La buena información

A partir de junio de 2019 comenzó a funcionar "Reverso", un proyecto periodístico colaborativo e inédito en el país, cuyo objetivo es trabajar en contra de la desinformación durante la campaña presidencial 2019 y evitar que las mentiras se cuelen en la agenda mediática.

Para ello, más de 100 medios de comunicación y empresas de tecnología de toda la Argentina (entre ellos medios grandes y pequeños, digitales o "tradicionales" como diarios, radios o TV) se unieron a esta iniciativa y los principales medios gráficos de la Patagonia no fueron la excepción. Muchos de ellos ya forman parte de esta alianza que bien sabe que en períodos electorales la mala información comienza a circular de forma expansiva en distintos formatos (fotos, videos, mensajes políticos, etc).

Ahora, el desafío que tienen los medios involucrados con esta propuesta coordinada por "Chequeado", "AFP Factual", "First Draft" y "Pop-Up Newsroom" y que va tras la “buena información”, es la de identificar, contrastar con los hechos y divulgar cuando estamos en presencia de una noticia falsa o engañosa. ¿Cómo? Apelando a una de las bases del oficio periodístico: chequearlo todo.

¿Eso, está chequeado?

Una vez asumido el compromiso con "Reverso", cuando alguno de los medios que conforman esta alianza detecta un contenido sospechoso en redes sociales (con la ayuda de herramientas de monitoreo) comienza el monitoreo con el fin de determinar la relevancia del contenido. Luego, se va tras la fuente original. En caso de que no sea posible consultarla, se acude directamente a los involucrados o afectados en la “desinformación” que está circulando. También se chequean fuentes oficiales y/o alternativas, y se intenta explicar el recorrido del contenido en cuestión. Paso final: confirmar o desmentir y calificar como “falso”, “engañoso”, “verdadero” y “no se puede probar”.

Luego, tal como está expresado en las condiciones de "Reverso", todos los medios que formen parte podrán difundir los resultados de los monitoreos “y brindarle a sus lectores, radioescuchas y televidentes información verificada” y corregir contenidos en sus medios “en caso de que el consorcio compruebe que algo que difundieron se trataba de una desinformación”.

Ante la verificación de una desinformación, de forma colaborativa, su corrección podrá ser publicadas por todos los aliados y #ReversoAr será la contracara en las redes sociales.

Bad information

Desde "Reverso" aseguran que no es aconsejable utilizar el término “fake news” para designar una mala información dado que dicho término ha sido apropiado por algunos líderes políticos (de distintas banderas). Es por eso que centran todos sus esfuerzos en instalar el concepto de “desinformación” como un contenido “fabricado, sacado de contexto o con hechos tergiversados para cambiarle el sentido” y generar daño o algún rédito económico o político.

Aprender de las buenas experiencias 

Esta modalidad colaborativa ya se han implementado en otros países como Francia con “CrossCheck”, Estados Unidos con “Electionland”, “Verificado” en México, “Comprova” en Brasil o “Checkpoint” en India. A nivel global cuenta con el apoyo económico y tecnológico de entidades como Facebook Journalism Project, Google News Initiative, Luminate y WhatsApp o Twitter.

Lo que resulta inédito y alentador en nuestro país, es la amplia adhesión que logró esta propuesta por parte de los medios e instituciones: son más de 100 los medios nacionales que adhieren a "Reverso" y en los últimos dos meses ya se capacitaron más de 270 periodistas de Buenos Aires, Chubut, Córdoba, Corrientes, Formosa y Mendoza.

Reverso comenzó a publicar contenido en www.ReversoAr.com el 11 de junio y, hasta el 11 de diciembre luego de que asuma el gobierno elegido, si un contenido resulta de dudosa procedencia, ahora se puede consultar en @ReversoAr en Facebook, Instagram, Twitter y YouTube. Porque cuando hay verso, ahí está "Reverso".