El juicio contra Claudio Contardi por abuso sexual y violencia psicológica a Julieta Prandi sumó este jueves un momento clave. En una audiencia del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 de Zárate-Campana, Emanuel Ortega —pareja actual de la modelo— se presentó de manera virtual para aportar su testimonio. Lo hizo en una jornada marcada por la tensión, con detalles que golpearon de lleno en la sala.
Según reconstruyó Pablo Layús en Intrusos y luego confirmó Luis Bremer en A la tarde, el músico describió cómo encontró a Prandi cuando comenzaron su relación. “Me encontré con una persona rota en todos los sentidos, violada en todos los aspectos que puedan imaginar”, señaló con contundencia. Y fue más allá: advirtió que “el individuo que tienen sentado ahí no puede gozar de las libertades que tenemos todos a diario”.
Emanuel Ortega evitó hasta ahora cualquier exposición pública sobre el caso para evitar aumentar la polémica. No dio entrevistas, no hizo publicaciones, y prefirió acompañar a Julieta en silencio, concentrado en el proceso judicial. Esta vez, su declaración buscó reforzar lo que la propia modelo ya había narrado en medios y en la causa: las secuelas físicas y emocionales que le dejó su relación con Contardi.
Hace unos días, en el programa Lape Club Social Informativo, Julieta Prandi relató el deterioro que sufrió durante aquellos años. Habló de ataques de pánico, insomnio y problemas intestinales extremos: “Hubo un año entero en el que iba al baño once veces por día, con sangre. Me estaba desangrando en vida”, contó.
La modelo también reveló cómo su salud se fue apagando lentamente: “Estaba raquítica, me daban suplementos proteicos para ganar peso. Él me convencía de que tenía cáncer de estómago. Se me cayó el pelo, perdí kilos y ya no estaba en este plano”, recordó con crudeza.
Uno de los episodios más perturbadores que trajo a la memoria fue cuando, bajo ese hostigamiento psicológico, recibió una advertencia macabra: “Me decía que, si tenía cáncer, debía pensar en mis hijos y dejar un testamento”. Ese recuerdo, sumado a los síntomas físicos, se convirtió en una de las pruebas más fuertes del juicio.
Por lo pronto, el proceso continúa con nuevos testimonios en los próximos días. El peso de las palabras de Emanuel Ortega y el relato de Julieta Prandi dejaron en claro que esta batalla judicial no es solo por una condena, sino por poner en evidencia años de violencia que marcaron para siempre la vida de la modelo.