En una impactante y estremecedora revelación judicial, se conoció que una mujer británica paseó el cuerpo sin vida de su hija de dos años durante tres días para evitar que descubrieran que había muerto. La pequeña, identificada como Isabella Rose Wheildon, habría fallecido como consecuencia de una brutal golpiza presuntamente propinada por Scott Jeff, la pareja de Chelsea Gleason-Mitchell, madre de la niña.
El crimen ocurrió el 26 de junio del año pasado, pero el caso ganó notoriedad recientemente debido a los espeluznantes detalles que rodean la investigación. Según informó el periódico británico The Sun, la denuncia fue realizada por una amiga de Chelsea a la que la joven madre confesó lo sucedido mediante un mensaje en Facebook.
La mentira macabra para ocultar la muerte
Los investigadores sostienen que, luego del asesinato, Chelsea y Scott idearon un escalofriante plan para ocultar la muerte de Isabella. Durante tres días, la madre paseó el cadáver de la pequeña en su cochecito por el barrio, incluso realizando compras en un supermercado, para no levantar sospechas. Mientras tanto, en la vivienda familiar, el cuerpo de la niña comenzaba a descomponerse, hasta que finalmente la policía fue alertada.
La intervención policial ocurrió el 30 de junio, cuando una amiga de Chelsea, identificada como la Sra. Howes, hizo la denuncia después de recibir el mensaje en el que la madre le contaba que la niña había muerto en su sueño días atrás y que su cuerpo permanecía en el baño de la casa.
La escena del crimen y el hallazgo en la ducha
Cuando los agentes llegaron al domicilio, fueron recibidos por un "fuerte olor" que emanaba del baño. Tras revisar el lugar, encontraron el cuerpo de Isabella debajo de unas mantas en la ducha. El oficial que hizo el hallazgo relató que vio "el rostro de una niña pequeña, inmóvil" y que el cuerpo presentaba múltiples hematomas visibles en el rostro, además de estar "frío al tacto".
La autopsia reveló el horror al que fue sometida la niña: lesiones traumáticas graves en todo su cuerpo, incluidas fracturas en las muñecas y una fractura pélvica múltiple que, según los forenses, fue causada por patadas y pisotones. El informe médico confirmó que la causa de la muerte fue una embolia de médula ósea provocada por el trauma esquelético, lo que demuestra la brutalidad del ataque que sufrió Isabella.
El testimonio de la Sra. Howes ante el tribunal arrojó más luz sobre el calvario que vivió Isabella en sus últimos días. Según su relato, la niña era "feliz y bien cuidada" hasta que Scott Jeff apareció en su vida. Desde que la madre comenzó su relación con Jeff a finales de mayo de 2023, la pequeña fue sometida a un "régimen de brutalidad creciente", describió la amiga de Chelsea, quien además acusó a la pareja de consumir drogas de manera frecuente.
Las autoridades investigan también la posibilidad de que la niña haya sido expuesta deliberadamente a drogas por parte de su madre y su pareja. La Sra. Howes afirmó que la actitud de Chelsea cambió drásticamente con la llegada de Jeff, y que la joven madre "se quedó mirando sin hacer nada" mientras su hija sufría abusos fatales.
En el juicio, Scott Jeff negó haber causado la muerte de Isabella o haber permitido que ocurriera, mientras que Chelsea Gleason-Mitchell se declaró culpable de permitir la muerte de su hija, aunque niega haber sido parte del asesinato. El proceso judicial aún está en marcha, y se espera que la corte británica emita su fallo en las próximas semanas.