ANÁLISIS

El Far West también vive en Vaca Muerta

Una semana intensa con balaceras, incertidumbre, detenciones y miradas de desconfianza.
domingo, 9 de junio de 2019 · 09:06

El “Salvaje Oeste” norteamericano donde convivían forajidos, indios, rancheros y buscadores de oro revive en Vaca Muerta.

Entre los años 1849 y 1900 al oeste norteamericano lo llamaban “La Frontera”. Era un lugar inhóspito, de tierras áridas donde el Estado se encontraba ausente y sin recursos. Quienes iban a conquistar el Far West sabían que allí primaba “la ley del más fuerte y del más rápido con el revolver”.

Por aquel entonces, en el Oeste norteamericano convivían forajidos, indios, rancheros y buscadores de oro.  Estas imágenes del “Salvaje Oeste” se entre mezclan con lo ocurrido en el yacimiento Sierras Blancas operador por la empresa de capitales anglo-neerlandesa Shell.

El ingreso a los balazos de un grupo de personas en el obrador de EDVSA se sumó al rodaje del Far West Neuquino, una provincia llena de riquezas y totalmente ausente de políticas de estado. Como en el 1900, en Neuquén conviven comunidades supuestamente “originarias”, propietarios flojos de papeles, puesteros en forma irregular, familias con derechos “adquiridos” y empresas petroleras en busca del “oro negro”.

Nada más cercano al Far West que el Neuquén de hoy, donde también prima la “ley del más fuerte”. En materia de seguridad industrial, las empresas y el sindicato petrolero cerraron filas dejando atrás las investigaciones de los accidentes fatales. Lejos queda el “valor institucional” de cuidar y proteger al empleado, al afiliado y a su familia.

En la asignatura jurídica; un juez de garantías falló a favor de una “comunidad originaria” sin considerar el delito de usurpación ni el derecho de propiedad privada. Un gran vacío legal y administrativo que deja en evidencia la ineficiencia del estado provincial.

Otra disciplina la constituye la “asistencia social y de seguridad”. El pasado jueves 6 las familias de Añelo realizaron un nuevo corte que marcó la agenda de algunos funcionarios de gobierno.

Como en otras oportunidades, los habitantes de la capital de Vaca Muerta interrumpieron el tránsito para reclamar por mayor seguridad en la ruta, mejoras estructurales (cloacas, asfalto, otros) y recursos para el nuevo hospital. Del mismo modo que la seguridad industrial y la seguridad jurídica, queda lejos el derecho a trabajar, transitar libremente o manifestar sin invadir el derecho del otro en el Neuquén actual.

En todos estos casos, el común denominador es “el estado ausente” al igual que en el Oeste norteamericano. Para mostrar “eficiencia” con la empresa de capitales extranjeros, la gestión de Omar Gutiérrez implementó rápidamente un operativo deteniendo al líder de la UOCRA de Añelo, Juan Carlos Levi.

Es probable que la justicia y la fiscalía tengan indicios o evidencias sobre el accionar y participación del representante de la UOCRA en el yacimiento de Sierras Blancas. Pero mientras miramos su detención por las redes, olvidamos analizar quien posiblemente pueda estar detrás de escena.

El ingreso a Sierras Blanca fue en camionetas y a los tiros. Es casi imposible considerar que la UOCRA Neuquén tenga este tipo de camionetas y cuente con los recursos económicos necesarios para armar una logística de ingreso y egreso al yacimiento sin intervención de las patrullas de seguridad patrimonial que son contratadas y controladas por la misma operadora en donde se realizó la balacea.

En la época del Far West el vandalismo se financiaba de lo que robaba, aprovechándose de un Estado débil y falto recursos. Con las inversiones millonarias y la importante recaudación por regalías que percibe el Estado Neuquino no debiera ser este el caso.  

Es lamentable, pero el primer gobierno de Omar Gutiérrez termina como comenzó. Con una pobre y manipulada política socio ambiental, una incoherente política de tierras y de comunidades, una política de inversión concentrada en pocas empresas petroleras y un liderazgo gremial en una sola entidad.

Al repasar nos encontramos que a Comarsa en Neuquén Capital se suma la falta de resolución de Treater en Añelo; que el derecho indígena está por encima del derecho privado; que el rol del Estado se subordina a los intereses corporativos y que la concentración del liderazgo gremial distorsiona el equilibrio de fuerzas generando desigualdad social y económica en la sociedad neuquina.

Vaca Muerta no debería revivir el Far West. Para no ir camino al 1900 con tecnología del 2020, habrá que profundizar las investigaciones y preguntar quién se beneficia financiando un grupo de inadaptados. Cuando se busquen y analicen las causas, se podrá vivir en un Neuquén con menos accidentes, balaceas y conflictos sociales.

Por Raúl Oscar Vila (análisis)

07/06/19

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