Un interno de la Unidad 11 del Parque Industrial alojado en el pabellón 8, agredió con un escupitajo a un celador y un grupo de presos hizo causa común cuando se anunció que iba a ser sancionado. Junto a otros dos trabó la reja que comunica con el patio, pero la situación no pasó a mayores y se resolvió sin la utilización del grupo especial antimotines ni de la jueza de Ejecución Penal.
El comisario inspector Ricardo Caro explicó, en diálogo con mejorinformado.com, que esta mañana “tres internos se levantaron sin ganas de respetar los códigos y en el momento en que se abrió el pabellón 8 uno de ellos agredió a un celador y luego trabaron la reja que conduce al patio”.
Caro expresó que en ningún momento los internos hicieron conocer el motivo del accionar y que ello no tuvo eco en el resto de la población de ese pabellón.
“Esa situación duró algunas horas y se solucionó con diálogo” aseguró. “Depusieron la actitud y no fue necesario el uso de la fuerza ni la presencia de la jueza de Ejecución Penal”, agregó.
La misma versión, pero con algunos detalles más, brindó la doctora Agustina García, Coordinadora de la Unidad Fiscal de Ejecución Penal, quien señaló que “fue un conflicto entre un interno y un celador. El interno salivó a un celador y se le sustanció un sumario administrativo. No fue un motín, y la situación se solucionó mediante el diálogo”.
Agregó que “el resto de los internos se molestó por esta sanción, pero se mantuvo la situación con diálogo hasta que al mediodía uno salió por sus propios medios”, ya que “no fue necesaria la intervención” del grupo especial antimotines. “Tampoco hicieron conocer reclamos”, afirmó la funcionaria.
“Es una situación que se vive casi a diario” reveló Caro, quien admitió que algunos internos del pabellón 8 “son un tanto conflictivos”.
La Unidad 11, ubicada en el Parque Industrial de Neuquén, cuenta actualmente con una población de 250 reclusos alojados en diez pabellones.
A partir de la declaración de pandemia por el Coronavirus, quedaron suspendidas las visitas de familiares a los internos. “Hay visitas cada 15 días pero bajo un especial protocolo y son sin contacto. Sí están habilitados los familiares que quieran llevarles alimentos o elementos de higiene, que dejan en la guardia y luego se les entregan a los reclusos”, dijo.
Este medio también consultó sobre la situación registrada este sábado al defensor de Ejecución Penal Juan Galarraga, quien señaló que no había sido comunicado de algún episodio semejante a un motín, y explicó que por la situación epidemiológica tampoco tiene permitido concurrir personalmente a la Unidad penal.