El viaje al sur no salió como lo tenía previsto. Un joven porteño perdió todo en manos de ladrones que se llevaron su bicileta, con la que pretendía unir Buenos Aires con los 7 Lagos y quedó solo con su carpa y la ropa que tenía puesta. A unos mil kilómetros de su casa y sin la posibilidad de cumplir su sueño
El hecho se registró el pasado viernes en Villa Regina, donde Miguel Martínez paró a descansar después de una larga jornada de más de 8 horas de pedaleo constante para hacer casi 100 kilómetros y estar un paso más cerca de alcanzar la meta, llegar a la cordillera y poder unir San Martín de los Andes y Villa La Angostura por el mágico camino de los 7 Lagos, donde se imaginaba acamapando en el medio de la naturaleza y en compañía de su fiel bicicleta.
Pero el sueño se frustró a unos 500 kilómetros del destino. Es que tras pedalear desde Chimpay, decidió parar a dormir en Regina. Como su viaje es por demás austero, no cuenta con dinero para pagar un camping y menos un hotel, preguntó en una estación de servicio del centro de la ciudad en dónde podía armar la carpa por algunas horas, para reponer energía y partir al otro día temprano.
En un primer momento le sugirieron que lo haga en el camping de la Isla 58 y de paso conocía el río Negro, pero como queda bastante lejos del centro, prefirió no desviarse de su ruta. Entonces le comentaron que podía hacerlo al pie de la barda, a la orilla de las vías del ferrocarril, en cercanías del Galpón de las Artes, un lugar sumamente transitado, donde además estaría seguro.
Así fue como antes que caiga la noche, armó su carpa, cocinó algo y luego de comer, acomodó todo para salir al otro día temprano. La bicicleta la guardó bien pegada al sobretecho para dejarla cubierta y poder verla en caso de que alguien intente llevarsela. Sin embargo el cansancio le jugó una mala pasada. Se durmió tan profundo que fue imposible detectar que alguien se llevó la bicicleta.
No solo le robaron su bicicleta, sino que también todo lo que tenía cargada en los bolsos que colgaban desde los laterales y en el manubrio. Desesperado, el joven llegó a la Comisaría 5°, donde realizó la denuncia correspondiente. Desde la Policía abrieron una investigación y solicitaron las cámaras de seguridad de varios comercios de la avenida Rivadavia, una de las calles más transitadas de la ciudad, donde están ubicados los bancos, las cadenas de electrodomésticos y la municipalidad.
Esta no es la primera pérdida que sufre este porteño, que hace unas semanas se decidió por emprender esta travesía de casi 2 mil kilómetros. Es que el viaje estaba planificado con un amigo, con el que planearon cada detalle del tour, sin embargo al segundo día de pedalear por las rutas argentinas rumbo al sur, decidió abandonarlo.
Abatido emocionalmente y sin posibilidades de continuar el viaje o volver a su casa, el joven se encuentra en la casa de una familia que lo albergó, con la esperanza puesta en que los investigadores puedan avanzar y conocer algún dato que le permita recuperar la bicileta y el resto de las cosas previstas para su viaje.