El "menú" ejecutivo musical a la orden del día

El calor agobiante fue amo y señor del viernes, pero eso no fue un impedimento para que la gente se congregue en la fiesta de la Confluencia. Food Trucks, un despliegue de primer nivel, un escenario imponente y una previa de ensueño llevada adelante por los periodistas de los distintos medios fueron la postal de la fiesta. 

La convocatoria era a las 20 y la gente llegó en familia y con mucho entusiasmo. Los primeros en subirse al escenario y que rompieron la modorra fue el Patagonia Gospel Choir y luego vinieron el grupo de danza Que Sea Sur y la banda Los Chicos de la Cumbia que habían ganado el Pre-Confluencia. Posteriormente, Anit Negra, Noelia Pucci y Caos Malal dominaron la escena en lo que fue la génesis de la Fiesta de la Confluencia.

La grilla rockera, que tenía preparada la fiesta, comenzó de la mano de Rafo Grin que sacó a relucir lo mejor de su último disco "Sustentable", a través de las canciones "Misila" y "Cara de Piedra".

"Lo mejor se hace esperar", suele decir una frase que encaja en todo tipo de situaciones y esta no fue la excepción. El menú ejecutivo musical indicaba que La Beriso debía cerrar la primera jornada de la Fiesta de la Confluencia y así lo hizo sentir el nutrido grupo de neuquinos que llegaron a la Isla a disfrutar del show. Pero antes, La Moto sacó a la intemperie todo su arsenal de canciones que fueron cantadas por todos los fanáticos. Con una remera de "No a la violencia de género", El Mono Salvi le dio rienda suelta al última tema llamado "Aquí en mi pueblo". Luego de eso, los aplausos no se hicieron esperar, cuando la Moto dejó el escenario.

Rolo Sartorio y su equipo musical tocaron una variedad de singles, incluyendo lentos, bailables y las canciones, puramente, rockeras. La Beriso entró a la una de la madrugada y se retiró a las 3 con un agradecimiento especial a toda el público neuquino que se retiró del lugar muy estimulado.