En el transcurso de la semana pasada se vivieron momentos de tensión dentro del Aeropuerto Juan D. Perón de la ciudad de Neuquén. Según se supo hubo un derrame de combustible por un descuido de un empleado de la aeroplanta local. Sin embargo lo que llamó la atención es que se denunció que en un primer momento los bomberos tuvieron una orden oral que restringía su accionar en las inmediaciones de los hangares. El incidente se produjo el martes de la semana pasada en cercanías de 4 hangares importantes, incluido el de Aviación Provincial, en donde se resguardan helicópteros y unos 20 aviones.
Inmediatamente, luego de este incidente, uno de los trabajadores se comunico directamente con el cuartel de bomberos, quien habría recibido como respuesta: "Ahí no podemos ir por orden del jefe del aeropuerto”. Acto seguido, los mismos trabajadores buscaron otra solución en "Plan de Vuelo", es decir solicitaron ayuda a la dependencia de EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea), para que se pueda directamente activar el servicio desde allí y para que la comunicación quedara registrada. Según denuncian, la respuesta continuó siendo negativa.
Luego de una hora los bomberos, finalmente, actuaron. Teniendo en cuenta la gravedad de los hechos, un estudio de abogados neuquinos ya está trabajando en el caso y se presentó ante la Justicia. Asimismo, se supo que un funcionario de EANA llevó a cabo un reporte de seguridad - Programa de Notificación de Eventos de Seguridad Operacional (PNSO) - en el que se expondría lo acontecido.
No obstante, afirman que en los días posteriores el clima en el Aeropuerto seguía tenso: "El jefe del aeródromo, totalmente descontrolado y ante público presente, tuvo un -día de furia- contra el trabajador de EANA que habría labrado el acta de los acontecido. Sus amenazas de tomar represalias se escucharon desde cierta distancia. La ira del jefe habría sido tal que habría tenido que intervenir personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria", aseguró uno de los testigos. Asimismo, este hecho fue publicado en la revista de aviación Aeromarket.
Por último ahora resta que la Justicia solicite las cámaras de seguridad del aeropuerto y los testimonios de los agentes de la PSA, y de los empleados de planta.