Con el paso de las elecciones provinciales parecía que el conflicto policial comenzaría adesvanecerse, sin embargo el ex policía, cesanteado por faltas de conductas graves hace ya varios años, Rubén Ángel Muñoz ingresó durante la siesta al edificio de la Unidad Regional II y lo tomó por asalto junto con otros integrantes del autodenominado Consejo de Bienestar Policial. Las autoridades del Ministerio de Seguridad evalúan las acciones a seguir y no descartan un posible desalojo con el COER.
Las protestas policiales se mantienen desde hace varios meses, iniciaron con el reclamo del pago de la Zona Austral de los retirados, luego, más cerca de las elecciones, Muñoz y compañía comenzaron a hacer público un relevamiento de las pésimas condiciones laborales en las distintas comisarías de la provincia y el parque automotor destartalado con el que deben salir a patrullar a diario ante la falta de inversión de la gestión de Arabela Carreras, y las políticas implementadas por la minsitra de Seguridad Betiana Minor y el Jefe de Policía, Osvaldo Tellería, al que incluso lo denunció por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Pero pasadas las elecciones, El Gato, como lo conoce todo el ambiente policial continuó con sus movidas. Durante la madrugada quemaron las puertas del edificio de la Comisaría 5° de Regina en respuesta a una serie de traslados ordenados por la cúpula como reacción a las protestas llevadas adelante por los policías activos que se sumaron al Consejo de Bienestar Policial.
Y pasado el mediodía, Muñoz y una mujer, que aseguran que se trata de una dirigente gremial de la CTA Autónoma, ingersó al céntrico edificio de Tucumán y Córdoba de Roca, y sorprendió al uniformado a cargo de la guardia. Le ordenó que dejara su puesto y por equipo de radio emitió un comunicado al que tuvo acceso Mejor Informado, en el que dejó en claro que desde ese momento tomaban la Regional II.
En el comunicado culpan al gobierno provincial al que acusan de no haber escuchado sus reclamos y han sido castigados por ello muchos policías que acompañaron la medida en distintas comisarías, sobre todo en Cordero y Regina, donde la tensión fue mayor hace unas semanas.
En cuanto a la permanencia en el lugar, Muñoz insistió en que se quedarán hasta que algún miembro del gobierno intervenga para generar un canal de diálogo con las autoridades policiales, de Seguridad y la propia gobernadora. Todas estas partes coinciden en que no negociarán con una persona que no forma parte de la fuerza y recuerdan que fue cesanteado hace años por constantes faltas disciplinarias.
Hace unos días la gobernadora aseguró que no tiene entidad Muñoz ni el Consejo de Seguridad Policial, aunque frágil de memoria, Carreras no recordó que hace justo un año, este mismo cuerpo de policías autoconvocados, fue el que se sentó a negociar en Viedma un aumento en los sueldos de los policías en actividad. Y de hecho funcionarios del su gobierno, junto con las máximas autoridades de la fuerza se sacaron fotos y realizaron una conferencia de prensa en la que anunciaban las mejoras en los sueldos.
En el legajo de Muñoz, aparecen no menos de una docena de sumarios administrativos iniciados por las autoridades policiales por faltas de respeto graves hacia la conducción de la Policía como también hacia el entonces gobernador Alberto Weretilneck. Con más de 125 días de suspensión acumulados, finalmente el 19 de julio de 2019 fue cesanteado tras una publicación en Facebook en contra de las autoridades.
Luego de esa sanción en la que quedó afuera de la fuerza, otras seis causas que se analizaban en el Tribunal de Disciplina quedaron sin efecto ya que por la cesantía quedaba "extinguida la acción disciplinaria por aplicación del Capítulo V, Artículo 38°, Inciso e) del Reglamento del Régimen Disciplinario Policial (Decreto Nº 1994/94)".
Durante febrero y mientras Muñoz lideraba el piquete de los policías que mantenían cortada la ruta 22 en Cervantes, el juez Federal Hugo Greca ordenó su detención en el mismo momento en que la Policía Federal desalojó el campamento. El ex policía estuvo una semana preso en Choele Choel y debió pagar una importante caución para poder ser liberado, aunque sigue ligado a la causa. Luego del triunfo de María Emilia Soria en las elecciones municpales, posó junto a la intendenta reelecta y no ocultó su simpatía política.