La semana que termina tuvo delicados episodios que fueron protagonizados por ministro de Seguridad. En la provincia de Buenos Aires la violencia fue extrema: tras el asesinato de un colectivero, choferes recibieron con una soberana paliza a Sergio Berni, quien se acercó a conversar y tuvo que ser rescatado por efectivos de la policía, que también cobraron aunque no tanto. Mientras eso sucedía allá, a cientos de kilómetros de distancia, la ministra de Seguridad de Río Negro, Betiana Minor, no podía salir del edificio que había sido literalmente cercado por policías retirados, en Viedma. El hilo conductor de los reclamos fue el mismo en ambos casos: los reclamos insatisfechos. Pero eso no es todo. Hubo más, veamos.
El cóndor en kayak
Un robusto ejemplar de cóndor cayó a las gélidas aguas del Lago Traful, en la provincia de Neuquén y regresó a costa en la proa del kayak con el que fue a rescatarlo un guía. Dicen que no alcanzó a remontar vuelo y que se vino literalmente a pique. Para su fortuna, en la costa estaban este guía y una veterinaria que vieron todo. Entonces avisaron a los rescatistas del Parque Nacional Nahuel Huapi, también a Prefectura, y se lanzaron al rescate. A los pocos minutos eran varios los que ayudaban al animal. Lo salvaron, esperaron a que se sequen sus plumas, y lo llevaron a un lugar seguro donde será evaluado para ver cuándo lo liberan en su ambiente natural.
Marche preso (y despedido)
En la continuidad de su autodepuración, la Policía de la provincia de Neuquén expulsó a un suboficial penitenciario, que en virtud de sus indisciplinas purgó 63 días de arresto policial, entre el 18 de mayo de 2021 e idéntico día de 2022. Es obvio que con semejante prontuario no podía seguir vistiendo el uniforme. La destitución por cesantía recayó sobre el ahora ex cabo primero Diego Alberto N., a quien le endilgaron variados incumplimientos al reglamento del Régimen Disciplinario Policial. El ex suboficial, de poco más de 30 años, apeló y expuso sus razones, pero éstas fueron rechazadas de manera contundente.
Aparecieron los carteles de CFK
Un sector del peronismo neuquino se sumó a la movida de quienes impulsan el regreso de CFK. Lo hizo con grandes afiches que promocionan la candidatura a intendenta de la diputada provincial por el Frente de Todos (FdT), Soledad Salaburu y que dicen: “Sole Salaburu Intendenta, Cristina Presidenta”. La agrupación Kolina, que respalda la candidatura de Ramón Rioseco (Frente de Todos Neuquino) a la gobernación, pegó -en realidad, mandó a pegar- dichos afiches en la ciudad de Neuquén.
El encierro ministerial
La semana comenzó complicada para la ministra de Seguridad de Río Negro, Betiana Minor, quien quedó encerrada en el edificio ministerial de Viedma, a raíz de una protesta de retirados policiales, apoyados por activos. Tras la encerrona de unas 8 horas, la funcionaria anunció un bono de 40 mil pesos para que compren uniformes de invierno. Además de la ropa, los policías se quejan de supuestas miserias en las condiciones de trabajo, que van desde patrulleros devenidos en chatarras por la falta de presupuesto para la compra de repuestos, hasta chalecos vencidos y comisarías con riesgos de derrumbes.
Lobo suelto Cordero atado
Vecinos de la localidad rionegrina de Contralmirante Cordero se manifestaron en apoyo al reclamo que vienen realizando los policías retirados y en actividad. Contaron que en la Unidad 46 prestaba funciones el Comisario Adrián López, que fue pasado a disponibilidad por la Jefatura de Policía al adherirse a las medidas de protesta, lo que provocó un gran malestar en la comunidad. El segundo jefe de Policía en Río Negro, Orlando Cañuqueo, estuvo en Cordero y se reunió con López. El hecho es que tras la reunión, Cañuqueo fue increpado por los vecinos que pidieron respuestas para el sector.
Berni cobró como en el banco
Hubo memes y burlas. Pero las primeras imágenes provocaron escozor: el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, fue literalmente recibido a trompadas y piedrazos por un grupo de colectiveros que cortaban la General Paz, en la zona de La Matanza. La protesta era contra el asesinato de un chofer que había caído víctima de los disparos de dos delincuentes cuando manejaba su unidad, en horas de la madrugada. Berni se acercó al lugar en medio de las tensiones, fue salvado por efectivos de la policía y terminó en un hospital. Luego, en sus primeras declaraciones a la prensa, descartó su renuncia y dijo que “no denunciará a quienes lo agredieron”. “Todos compartimos la tristeza y el dolor”, dijo y concluyó: “Siempre me presento solo a los lugares, voy donde están los problemas, porque esto es parte de mi trabajo”.