Por María Elena Baggio, periodista de moda
Una nueva temporada cuelga de los percheros. Si queremos llevar aquello que usan en las grandes urbes, recordemos que vivimos pegados al río, con la barda de custodia y el viento que tanto amodiamos. Afiná la puntería y descubrí las claves de la moda para usar acá.
Para las marcas las colecciones primavera-verano ya son un caso cerrado. Pero para el común de los mortales que vivimos en la Patagonia recién empieza y es menester decidir en qué vamos a invertir. Comprar para usar, nunca para guardar.
Es por eso que una cosa es desear y otra necesitar. Tomá nota de lo nuevo y hacé compras meditadas, pensá en la funcionalidad de las prendas, en su ocasión de uso (cuantos más mejor) y si se adapta a tus hábitos de vestir. Definí tu estilo según tu día a día, el resultado va a ser todo ganancia.
Los fantásticos 5
(5 tendencias que se llevan 10 puntos siendo local)
Athleisure: la comodidad es el nuevo lujo.
La palabra en inglés es una conjunción entre atlético y ocio, y hace que todos nuestros looks transiten de la mañana a la noche con mucha practicidad. Hecha mano de la ropa deportiva y cómoda y la habilita para cualquier ocasión. Sus insignias son el pantalón ancho o la joggineta reversionada con rayas laterales, el buzo de silueta amplia, la remera con logo y las zapatillas.
Las zapatillas ganan por goleada y es justo lo que necesitamos para hacerle frente a los desniveles de las veredas neuquinas. De ahí en más, a trepar mi amor. Valen de base plana, o suela tractor; blancas y radiantes o combinadas con mix de estampas y colores.
Short: si es sastrero mejor.
La versión corta del pantalón sastre para estar frescas sin caer en la pollera. El tiro viene alto y se ajusta con lazo. Los hay de lino, creppe o seda, y va con tacos, chatas con talón al descubierto o panchas metalizadas. Para arriba elegí un top al cuerpo, musculosa de lúrex o camisa de estampa botánica. Ideal, para soportar los sofocones patagónicos.
Calzas bikers: un paseo noventoso
Las usamos en la década del 90 y hoy regresan con una vuelta de pedal. Son las calzas cortas, bien ajustadas, como las de los ciclistas que suelen rodar la barda al igual que la ciudad. Hagamos descansar las de estampa flúo y apostemos por las de colores lisos, estampa de reptil o figuras geométricas. Agregale una remera de ruedo irregular y campera de jean. ¿Querés otra opción apta para horario laboral? Calza corta negra, camisa a rayas y blazer. En los pies, las zapatillas que quieras.
Accesorizáte
La mochila ya es un ítem que traspasó la frontera teen y se colgó de todas las edades. Con flecos, piedras, bordados, cierres, metalizadas, más sobrias, grandes, cuadradas, mini, seguro encontrás la tuya. Pero si querés dar una paso más, revolvé el cajón y desempolvá la riñonera, tuneála con parches, piedras, cadenas o una buena teñida batik y a las pistas.
La podés llevar a la cintura, bien tradicional, o como un gran collar. Si preferís la cartera recuperá una de mimbre, que se adapta perfecto si el día termina con una caminata frente al río. Buscála redonda y con manijas de cuero, o cuadrada tipo canasta. Y si el día presenta ráfagas, anudáte un turbante de estampa selvática. Te protege del sol y tu cabellera agradecida.
Por siempre brillo y cuero
De la noche al día sin escalas, y de la cabeza a los pies. Los brillos se llevan con todo. Podés adoptar los tonos pasteles metalizados, elegir estampas con glitter, apliques con lentejuelas y lúrex. Vale todo 24/7. La chaqueta de cuero es el abrigo ideal para nuestras noches veraniegas. El corte va según cada silueta, acá no hay mandatos. Motoquera, bomber, tipo blazer o chaleco. Las hay recargadas o más net, y son ideales para cancherear cualquier equipo. Llevála en los hombros por si la noche te lleva cerca de la costa o a campo traviesa… nunca se sabe.