El astronauta estadounidense Michael Collins, miembro del Apolo 11, uno de los integrantes de la primera misión tripulada a la Luna y el único de ellos en no pisar el satélite, murió de cáncer este miércoles a los 90 años, informó su familia en un comunicado.
Piloto del módulo de comando, su función fue permanecer en órbita mientras sus compañeros Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieron en los primeros hombres en caminar sobre la Luna.
"Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final, de la misma manera", escribió la familia de Collins en su cuenta oficial de Twitter.
En el comunicado citado por la agencia AFP, la familia destacó "su agudo ingenio, su sereno sentido del deber y la mirada de sabiduría adquirida al volver a la Tierra desde el espacio y observando las tranquilas aguas desde su barco de pesca".
A pesar de su edad, Collins fue en los años recientes el más activo de los veteranos de la Apolo, y el que evocaba de manera más poética sus recuerdos de la aventura lunar.
Nacido el 31 de octubre de 1930 en Roma de padre diplomático, Collins se convirtió en piloto de pruebas del Ejército de Estados Unidos. En la década de 1960, acumuló muchas horas de vuelo en el espacio, especialmente durante las misiones Gemini.
El único miembro de la tripulación del Apolo 11 que no caminó sobre el satélite terrestre decía no guardar ninguna amargura por aquello.
Al igual que Aldrin y Armstrong, Collins abandonó rápidamente la NASA después del regreso triunfal a la Tierra y siguió una prolífica carrera pública.
Fue nombrado subsecretario de Estado para Asuntos Públicos por el presidente Richard Nixon. Luego dirigió la construcción del National Air and Space Museum en Washington, del que fue su presidente entre 1971 y 1978.