El siniestro ocurrió en la mañana del domingo, cuando la avioneta despegó del municipio de Canela y, pocos minutos después, impactó contra la chimenea de un edificio, el segundo piso de una casa y finalmente cayó sobre una tienda de muebles.
Según Defensa Civil, las 10 víctimas fatales, miembros de una misma familia, iban a bordo de la aeronave. Entre los heridos, dos se encuentran en estado grave por quemaduras e inhalación de humo.
El impacto generó destrozos en varias estructuras del área, incluidas viviendas y una posada, donde algunos turistas resultaron afectados. El incendio desatado tras el choque aumentó la magnitud de la tragedia, dejando escenas de pánico entre los residentes y visitantes que se encontraban en la zona. Las autoridades trabajan para determinar si hubo fallas técnicas en la aeronave, una turbohélice conocida por su uso en vuelos regionales.
El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, lamentó lo ocurrido en sus redes sociales. “Infelizmente, las informaciones iniciales indican que los ocupantes del avión no sobrevivieron. Estoy acompañando junto a las fuerzas de seguridad este triste episodio,” expresó. Mientras tanto, equipos de rescate y peritos continúan investigando en el lugar.