Cada vez avanza más la producción a gran escala de cannabis y cáñamo en el territorio nacional. Si bien provincias como Jujuy y La Rioja ya vienen bastantes avanzados en el tema, el Estado Nacional le va dando cuerpo jerárquico para que se desarrolle en todo el país. A través del decreto 30/2023 que se publicó hoy en el Boletín oficial, el ejecutivo designó los nombres que estarán a cargo de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
A través de una firma del presidente Alberto Fernández y del Ministro de Economía Sergio Massa, se oficializó quienes estarán delante de la agencia. De este modo, quedaron a cargo: Francisco José Echarren (Intendente de Castelli) como Presidente del Directorio, Darío Marcelo Morante (médico especialista en cannabis y dolor) como vicepresidente, Rubén Gabriel Giménez (Director Nacional de Articulación Federal INASE) como director, Mercedes La Gioiosa (Secretaria de Seguridad y Política Criminal del Ministerio de Seguridad) como directora y a Valeria Inés Rudoy (Licenciada) como directora. Todos los rangos serán como secretarios y con carácter ad honorem.
Por otro lado, el decreto también convoca a las provincias y a CABA a designar a sus representantes en el Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal. Asimismo, el Ministerio de Economía prestará los servicios relativos en cuestiones presupuestarias, jurídicas y financieras: lo cual implica la importancia del cannabis dentro de la agenda económica de Massa.
Esta agencia se enmarca dentro de la Ley N° 27.669, que tiene por objetivo establecer el marco regulatorio de la cadena de producción y comercialización nacional con fines de exportación de la planta de cannabis. Esto incluye sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, la investigación científica y al uso industrial.
Si bien vienen de la misma planta, no es lo mismo cannabis que el cáñamo. El primero, se refiere a la denominación científica de la planta que produce altos niveles de cannabinoides psicoactivos y medicinales (especial para la producción de aceites y cremas). El segundo, indica a la variedad de la planta que desarrolla largas fibras de gran resistencias ideales para la producción industrial (pueden derivar sogas, ladrillos y hasta plásticos naturales). También, las semillas se pueden utilizar para la producción de alimentos.