Playas Doradas se consolida, cada vez más, como un gran atractivo turístico. Y, en esa zona balnearia de Sierra Grande, Río Negro; se ubica La Posada de la Luna. Su nombre coincide con la maravillosa escena que se genera al amanecer, cuando el Sol emerge y la arena toma el color del oro.
Jorge Natali fue quien comenzó a construir con sus propias manos La Posada de la Luna, en el año 1988. En aquel entonces fue pionero y visionario de lo que se convertiría en un verdadero paraíso. Según contó en una entrevista con Huguex Cabrera, en 24/7 Canal de Noticias, fueron muchos años de trabajo para luego abrir la puerta a los turistas en el año 1994. En ese momento, el lugar era más inhóspito que en la actualidad. En este contexto, actualmente el lugar se destaca en medio de otros alojamientos porque es una hostería que funciona como tal y está abierta durante una buena parte del año.
La Posada de la Luna fue el primer hospedaje de Playas Doradas. "Me siento orgulloso por eso", dijo Natali y contó que él vivía en Bahía Blanca cuando decidió mudarse a Sierra Grande, junto a su familia. "Todos los años veníamos en carpa a Playas Doradas a pasar las fiestas. Cuando miraba el mar me sorprendía. Decidí comprar el terreno", recordó y detalló que poco a poco fue diseñando la hostería. Además, destacó que en cada momento estuvo la intención de "mimetizar el lugar con el entorno de la naturaleza". "Queríamos que fuera lo más natural posible y que estuviese mezclándose con el entorno", agregó.
Con el paso de los años La Posada de la Luna fue centro de entrevistas periodísticas, lo que generó mayor atención por parte de los turistas. Así, comenzó a tener más popularidad y, ahora, "casi siempre está todo ocupado". No obstante, Jorge espera que lleguen más personas a disfrutar de todo lo que tiene Playas Doradas para ofrecer, como así también la hostería.