Roberto Daniel López tiene 19 años. Mató a su vecina, Mercedes Margarita Zárate, a golpes de puño y puntazos con un destornillador. Lo hizo adelante del hijo de la mujer, que tiene 9 años y que pudo salvar su vida, aunque resultó herido. Esto ocurrió en enero de este año, en Luján de Cuyo, Mendoza.
López fue condenado hoy a prisión perpetua. Lo sorprendente es que fue en un juicio abreviado, en el que el femicida, a través de su defensa, acordó esa pena, la máxima que se aplica en la Justicia argentina.
El juez Horacio Cadile fue quien avaló el acuerdo entre el fiscal Carlos Torres y la defensa. López había sido imputado por el fiscal de homicidios Carlos Torres por el delito de "homicidio agravado en contexto de violencia de género (femicidio)" por el asesinato de Zarate. El fiscal también le imputó el delito de "homicidio criminis causa en grado de tentativa", por considerar que intentó matar al hijo de la mujer para que no pudiera delatarlo.
El hecho ocurrió el 17 de enero pasado en una casa del Barrio Sol y Luna, de Ugarteche, en Luján de Cuyo, donde Zárate fue encontrada asesinada a golpes. El hijo de la víctima, de 9 años, sufrió heridas superficiales en el cuello y pudo escapar del lugar y llegar hasta la casa de un tío materno, quien después encontró el cadáver de su hermana.
El niño señaló a López como el agresor, por lo que los los policías fueron a buscarlo y lo detuvieron. El asesino había tenido una relación afectiva con la víctima. Para los investigadores, López llegó borracho a encontrarse con Zárate y la agredió a golpes de puño durante una discusión, tras lo cual le provocó heridas con un destornillador, hasta matarla.
Ahora, como corolario a semejante horror, acepta la pena máxima, tal vez arrepentido, tal vez porque le dijeron que eso jugaría a su favor, y, por buena conducta, podrá salir unos años antes de la cárcel.