En la madrugada del 7 de marzo la vida de Milagros Lucente de 18 años cambió por completo. Su novio la golpeó brutalmente. Los golpes le ocasionaron la pérdida de la memoria y secuelas a nivel motriz y neurológico.
Mauricio Jaime de 23, la atacó con una pala en la cabeza hasta dejarla gravemente herida en la vereda de la casa, que compartían en la localidad de La Cumbre, Córdoba. Luego del intento de femicidio, se fugó. Lo atraparon y actualmente está detenido en la cárcel de Cruz del Eje acusado por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, en grado de tentativa.
El teléfono sonó a las 04:45 de la madrugada de aquel 7 de marzo del 2021. Del otro lado, una voz dio aviso de lo que acababa de suceder: “A Mili le pegó… (insultos). Mili no está bien, vengan porque está inconsciente”. La llamada se cortó y el silencio los aturdió; consigna el medio local El Doce Tv.
“Nunca me imaginé encontrarla en ese estado. Era otra persona, estaba irreconocible. Era una cosa gigante su cabeza, toda inflada. No se le veían los ojos, no se le reconocía la nariz, nada”, relató con los ojos llenos de lágrimas, Mariela Mirasola, la mamá de la joven.
“Fue el peor día de mi vida. El dolor de que te toquen un hijo es terrible, no se compara con nada. Deseas estar vos ahí, en ese lugar y no ella. Si hubiese podido cambiar mi lugar por el de ella, ni lo hubiese dudado”, agregó devastada.
Milagros, luchó por vivir, estuvo en coma 21 días y en total casi dos meses internada en el Hospital San Roque. Batalló y sobrevivió, sin embargo las secuelas son en demasía: su sistema neurológico y motriz. Dejó el hospital, pero su casa se convirtió en un centro de rehabilitación.
“Fue como empezar de cero, como si hubiese vuelto a nacer. Aprender a caminar de nuevo, a escribir, a leer…”, conto Mariela, agregando que "Mili era inquieta, divertida, dulce, inteligente. Aquella que soñaba con estudiar Diseño Gráfico y Criminalista. No es ni un cuarto de lo que era, le arruinó la vida”, agregó.
“La crie 18 años y creo que lo más grave que se hizo fue un raspón con el skate y de golpe me la entregan con un certificado de discapacidad a los 18 años".
La joven perdió la memoria, y muchas cosas de su pasado, de su vida que no recuerda: "Hay días que ni siquiera puede retener lo que hizo minutos antes. Hasta hace poco tuvo una crisis de nervios y entró en un pozo depresivo, por lo que tuvieron que reajustar su medicación y antidepresivos. Nos gritaba que no quería vivir más, que no quería estar así, que no quería ser un vegetal".