En un desesperado intento por zafar de la prisión perpetua, Pablo Parra solicitó la anulación del juicio por el que fue condenado como autor femicidio de Agustina Fernández. La defensa argumentó que la evidencia presentada podría haber generado dudas razonables sobre su culpabilidad.
En contraposición durante la audiencia desarrollada hoy en Cipolletti, el fiscal Jefe, Santiago Márquez Gauna, desestimó estos argumentos, y señaló que "la prueba le iba a alcanzar para generar la duda", pero el jurado no confió en la defensa y declaró a Parra culpable.
El 2 de julio de 2022, la joven estudiante de Medicina fue asesinada. En el juicio se demostró que fue Parra, quien la agredió físicamente en su departamento en la calle Confluencia al 1300. Tras una audiencia de cesura en mayo de este año, el jurado popular dictó la condena de prisión perpetua.
El Tribunal de Impugnación adelantó que tomará una decisión sobre el recurso de la defensa en un plazo legal de veinte días hábiles. Mientras tanto, la fiscalía solicitó que sea rechazado y que se confirme la condena.
Las pruebas discutidas por Parra
El abogado defensor Juan Coto planteó que la acusación de la fiscalía y la querella fue imprecisa y que tuvieron acceso a información que le ocultaron a la defensa.
Por otro lado, retomaron un planteo de instancias anteriores en las cuales pidieron la prórroga de jurisdicción, es decir, que el juicio se realice en una localidad distinta de Cipolletti y que los jurados no sean oriundos de esta ciudad. Principalmente, teniendo en cuenta la inmensa repercusión que tuvo el caso.
Cinco agravios se centraron en la producción de prueba. Entre ellos, que se obtuvo información que fue incorporada al juicio a partir de la declaración del imputado, sin respetar el derecho a guardar silencio.
En similares condiciones, informaron que familiares de Parra aportaron datos sin conocer la posibilidad que tenían de abstenerse de declarar. Reiteraron que los testimonios de una ex pareja del imputado y del perito criminalístico de la querella no debieron ser admitidos, y que tampoco debería haberse permitido valorar un trozo de tela azul que contenía ADN del acusado por considerarlo contaminado.
Finalmente, consideraron que el veredicto debía ser declarado nulo por ser contrario a la prueba producida en el debate. La solicitud al tribunal de impugnación fue que se revoque la sentencia y se reenvíe el caso para realizar un nuevo juicio con los lineamientos referidos anteriormente.