La cuarentena no es un impedimento para manifestar las carencias de las familias de unos cinco barrios de Allen, que sienten, en plena pandemia, el abandono del Estado rionegrino. El problema no es nuevo y los reclamos por la falta de asistencia social vuelven a hacerse visibles.
Adriana Banegas es la referente del barrio Islas Malvinas, uno de los asentamientos ubicado en en ingreso a la localidad de Allen por Ruta Chica, allí en las calles Pampas y Guaraníes, una olla popular reunió a comedores y merenderos de cinco barrios, para pedir ayuda a la gobernadora. “Nos ha abandonado” afirmó Adriana en AM 550.
Otro reclamo es que no hay un “equilibrio” al otorgar la Tarjeta Río Negro Presente, una tarjeta de asistencia que otorga el gobierno para las familias carenciadas y que les permite comprar solo alimentos. Hubo varios reclamos al año pasado, de bajas y altas y desde hace siete meses no están siendo cargadas.
El ejecutivo provincial tampoco se está haciendo eco de los pedidos de módulos de alimentos, frazadas, colchones y chapas. Las familias que necesitan esta contención hoy están limitadas, no pueden continuar trabajando de manera informal como lo venían haciendo, pero tampoco están siendo asistidos y la situación se complica aún más.
Un caso concreto como el de Adriana se repite, ella vive en una casilla de madera muy chica, y tiene cinco hijos. El más grande de ellos duerme en un colchón sobre el piso y no puede comprar materiales para agrandar su casilla.
Esta olla popular en medio de una cuarentena, todavía obligatoria, demuestra claramente que existe una realidad donde gran cantidad de familias, de no ser por esos merenderos y comedores no tendrían un plato de comida, una realidad que es consecuencia directa de una ausencia institucional, pero anterior a la pandemia.