Una familia le reclama, hasta ahora sin éxito, una indemnización de 50.374.620 pesos a la provincia de Neuquén, por las graves secuelas que una presunta mala praxis durante el parto dejaron en su hijo. La familia había apelado la respuesta negativa del ministerio de Salud y, ahora, el rechazo provino del Ejecutivo provincial. El reclamo de Alan Sebastián M. y de Micaela Liliana B. tramita por la instancia administrativa.
En el expediente los demandantes narraron que el 17 de octubre de 2020, Micaela -quien cursaba un embarazo controlado, sin complicaciones y de término- se presentó en el Hospital Heller de la ciudad de Neuquén, donde a las 13:15 fue admitida en internación por comienzo de trabajo de parto.
Contaron que el equipo médico decidió realizarle cesárea, porque el bebé por nacer evidenciaba falta de rotación y descenso. A las18:05, ingresó a quirófano y a las 18:25 se produjo el nacimiento, pero hubo problemas debido a “la espera innecesaria”.
Dicen que el bebé estuvo “encajado en la pelvis materna, soportando las contracciones y sin poder avanzar en el canal de parto”, por lo que “el cirujano se encontró con un trabajo de parto excesivamente evolucionado, con una extracción dificultosa que requirió maniobras traumáticas y violentas, lo que lesionó el cráneo” del bebé “ocasionando las lesiones que resultan de la historia clínica” (hematoma frontal, lesión ocular izquierda, asimetría craneal y hematoma parietal izquierdo).
Los padres aseguraron que el niño nació “en grave estado” y requirió reanimación cardiopulmonar y suplemento con oxígeno. Dijeron que actualmente “el niño no ha logrado alcanzar el desarrollo motor esperable para su edad. Tampoco logra movilizar adecuadamente sus miembros superiores, lo que le impide desarrollar tareas normales para su edad. Y presenta retraso en la adquisición del lenguaje por lo que requerirá terapia con fonoaudiología”.
Tras evaluar la presentación, la dirección provincial de Asistencia Legal y Técnica del ministerio de Salud sugirió rechazar el reclamo. El 8 de marzo último, los padres apelaron y ahora recibieron un nuevo rechazo. Les queda, claro, la instancia judicial.