“Ya deben ser 20 los nenes que salvamos de morir ahogados. Pero es algo que siempre emociona. A Isabella, de 9 meses, la trajeron ‘azul’. No respiraba y tenía sangre en la boca, porque al alzarla el único dientito que tiene le lastimó el labio. Cuando la agarre y respiró, a todos nos volvió la vida”.
Así, emocionado y lleno de orgullo, Patricio Álvarez, el jefe de bomberos de Centenario, compartió con ‘Mejor Informado’ el momento que vivió en la madrugada de hoy, cuando asistió a una pareja que llegó con su hijita, que se había ahogado tomando la mamadera, y ya no respiraba.
“Estaba con una gripe fuerte, con muchos ‘moquitos’. Por eso, al tener la nariz tapada, cuándo tomó la mamadera y se quedó sin aire empezó a ahogarse, y sus papás se desesperaron. Subieron al auto y llegaron al cuartel pidiendo ayuda a los gritos. Nosotros estábamos saliendo para cubrir un llamado, y pudimos asistirlos” contó Álvarez.
“Lo primero que hice fue tomar a la bebita en brazos. La di vuelta para que la garganta se desobstruyera y empezó a quejarse. Después largó el llanto. Ahí nos dimos cuenta de que todo estaba bien, que estaba respirando. Fue emocionante” recordó.
Profunda emoción
“En el cuartel vivimos un montón de casos como éste. Pero siempre es conmovedor ayudar. Con los ahogamientos es así. Si son lactantes se ahogan al amamantarse, de más grandecitos con algún bocado de comida, y hasta rescatamos a chicos ahogados con un chupetín” agregó.
Los vínculos que se generan entre los bomberos y los niños rescatados son únicos. “El año pasado, en un evento del pueblo, un hombre me pidió tomarme una foto junto a su hijo. ‘Vos le salvaste la vida hace un año’ me dijo. Y ahí recordé lo que había pasado” relató.
Por último recordó la importancia de la práctica de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP). “Es una herramienta que salva vidas, y está al alcance de todos” remarcó.