Después de más de seis meses de investigaciones, la jueza de Barcelona acordó el procesamiento por presunta agresión sexual con acceso carnal de Dani Alves a una joven de 23 años el pasado 31 de diciembre en un baño de la discoteca Sutton de la capital catalana.
El exjugador del Barcelona y fue convocado para comparecer el próximo miércoles, por lo que tendrá la oportunidad de realizar una nueva declaración, que sería la tercera desde que fue detenido el pasado 20 enero.
El proceso judicial, de esta manera, entra en su recta final. Si la defensa no recusa, el sumario pasará del juzgado a la Audiencia de Barcelona y el fiscal y la abogada de la víctima deberán presentar su escrito de acusación. Después de eso la defensa, planteará sus argumentos. Y, finalmente, el tribunal fijará la fecha para el juicio, que podría darse en unos pocos meses.
Alves fue denunciado por agresión sexual por una joven de 23 años que lo acusó de haberla violado en el baño de Sutton. La versión de la denunciante, que desde el primer momento mantuvo el mismo relato de los hechos, tiene la credibilidad tanto del juzgado de instrucción como de la Audiencia de Barcelona. Lo que ha hecho que el futbolista esté en prisión preventiva desde enero.
La última vez que el astro brasileño declaró fue el pasado 17 de abril y fue a petición propia. En esta ocasión, Alves sostuvo que lo que sucedió en el interior del baño del reservado de la discoteca fue "sexo consentido", con penetración vaginal y que, por lo tanto, no forzó a la joven. Así justificó por primera vez que en el análisis de ADN se hallaran restos de semen en el interior del cuerpo de la víctima, un resultado que confirmó que existió acceso carnal. El futbolista no lo había reconocido hasta ese momento.
El relato de Alves fue variando de versión los últimos meses. Primero afirmó que no conocía a la víctima, después que esta entró en el lavabo cuando él estaba en su interior y que no pasó nada y, por último, que la mujer se le abalanzó y le hizo una felación.
La explicación que ofreció el jugador brasileño sobre esos cambios de versión fue que estaba "obsesionado" por evitar que su mujer, la modelo Joana Sanz, se enterara de su infidelidad. La relación sentimental entre jugador y modelo terminó después de su ingreso en prisión.
El jugador concretó lo que, a su entender, pasó en la discoteca Sutton ese 30 de diciembre. Según él, hubo "un acercamiento mutuo" con la joven, tras haber estado conversando durante unos minutos con ella y sus amigas en una zona VIP. Según precisó, existió "una atracción sexual" recíproca que él propuso consumar en el baño del reservado.
La versión de Alves difiere completamente al de la víctima. En su denuncia ante la policía, ratificada luego en el juzgado, la joven aseguró que el exjugador de Barça la encerró en un baño de la zona VIP de la discoteca Sutton y que allí la violó. La víctima relató que acudió a la discoteca con dos amigas. En la zona de baile fueron invitadas por un grupo mexicanos a subir con ellos a la zona VIP de Sutton y ellas los siguieron.
Tras algunos minutos charlando con ellos, un camarero de Sutton se acercó a las tres jóvenes y les comunicó que un cliente deseaba invitarlas. Ellas rechazaron la invitación. Pero el cliente insistió y el camarero regresó. En esa ocasión, el camarero remarcó que se trataba de un "amigo". Las tres jóvenes accedieron a seguirlo hasta su mesa, dentro de la zona VIP.
En esa mesa había dos hombres y también dos mujeres, que se marcharon al llegar las tres jóvenes. Uno de los dos hombres era Alves, al que la víctima no conocía, y el otro, un amigo del futbolista. Según la denunciante, el jugador, quiso invitarlas a tomar algo y comenzó enseguida a coquetear con ellas, pegándose mucho y, según su testimonio, tocándolas.
Después, se colocó detrás de la víctima y comenzó a decirle cosas que ella no entendió posiblemente porque eran en portugués. Fue entonces, precisó la joven, cuando supuestamente le agarró con fuerza la mano y Alves se la llevó a su pene, un gesto que repitió en dos ocasiones pese a la resistencia de ella. A continuación, señalando una puerta que ella no sabía a dónde conducía, Alves la invitó a seguirlo y entrar.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del local recogieron los minutos anteriores al encierro en el baño. Los vídeos muestran que el jugador se dirigió hacia el reservado VIP y que luego le siguió la joven, cuando este le insistió, según la denunciante. Permanecieron dentro del baño 16 minutos. No hay grabaciones de lo que ocurre en el interior del baño. La mujer aseguró que en cuanto vio que era un baño de servicio quiso salir, pero afirmó que Alves cerró la puerta y se lo impidió.