Un Boca cargado de suplentes, perdió 1 a 0 ante Sarmiento de Junín y volvió a mostrar la falta de eficacia de sus delanteros. El gol de partido lo marcó Gabriel Díaz que con un remate desde más de 30 metros le dio la segunda alegría consecutiva en la Copa de la Liga Profesional al Verde.
Desde el inicio del encuentro tanto Sarmiento como Boca debieron sortear el mal estado del campo de juego, lo que obligó a los jugadores a hacer dos acciones para dominar el balón.
Debido a esto, a los dos conjuntos les costó hacer pie en el encuentro, por lo que el partido en los primeros 15 minutos fue deslucido dado las imprecisiones y las escasas aproximaciones a los arcos.
Recién llegando a los 19’ Boca contabilizó su primera llegada, cuando en una segunda jugada de tiro libre, Marcelo Saracchi la devolvió al área y Facundo Roncaglia ganó de cabeza, aunque la pelota se fue desviada.
Pero a los 22’ Gabriel Díaz rompió la monotonía del cotejo picando con un golazo. La jugada la inició Alan Marinelli, que armó una gran jugada individual, Javier García salió a cortar fuera del área y el rebote le quedó al mediocampista de Sarmiento que definió de primera y por arriba para abrir el marcador.
Con el gol, el local se posicionó y ordenó mejor, controló a los mediocampistas Xeneizes y con esto aisló a sus delanteros que siempre tuvieron que luchar de espaldas con los defensores del Verde.
En los últimos minutos, estuvo lo mejor de la primera etapa. Pisando los 38’ en una pelota aérea, Javier García dudo, la ganó Juan Manuel Insaurralde, quien remató al arco y se desvió en Facundo Roncaglia.
De contra Boca lo tuvo por duplicado llegando a los 43’. Primero en los pies de Exequiel Zeballos, que sacó un potente remate de media distancia que el arquero José Devecchi desvió al córner con una gran atajada. De ese tiro de esquina, Facundo Roncaglia tuvo un cabezazo que se fue cerca.
Sin mucho más, los equipos se marcharon a los vestuarios quedando claro que Sarmiento fue mejor que su rival en los primeros 45’ y que Boca fue solo una sombra en esa etapa.
En el complemento, el Xeneize comenzó mejor y ya a los 5 minutos lo hizo saber, cuando Lucas Blondel agarró un despeje de un tiro de esquina y sacó un potente remate de volea que se fue por encima del travesaño
Pero no fue la única posibilidad de abrir el marcador que tuvo el conjunto de Almirón, porque a los 10’ tras un centro pasado, Marcelo Saracchi tiró una volea espectacular y José Devecchi la desvió al córner.
Boca entró con otro espíritu y empuje a jugar la segunda etapa. Sus mediocampistas se adueñaron del centro del campo y tanto Zeballos como Janson fueron más punzantes, aunque sus apariciones no tuvieron buena resolución.
Esto fue tomado en cuenta por el técnico Lavallén, que sobre los 15’ metió tres cambios para controlar los continuos avances del Xeneize. Pero como esas oleadas no terminaban de plasmarse en el marcador, Almirón envió al campo a Briasco y Merentiel para cambiar el destino del partido.
Los ingresos le dieron otro peso al ataque de Boca, pero una vez más el conjunto de La Ribera fue preso de su ineficacia a la hora de la definición. Con el reloj corriendo y con Sarmiento soportando el vendaval de aproximaciones de su rival, el partido iba a darle una última oportunidad al visitante.
Pisando los 41’, un grosero error de Juan Hernández que tocó la pelota con la mano dentro del área de manera infantil, le permitió al Xeneize tener la posibilidad del empate a través del penal decretado por el árbitro Trucco.
Benedetto tomó la responsabilidad de la ejecución e intentó fusilar a José Devecchi, pero el arquero adivinó la intención y se quedó con la pelota. El goleador concluyó de esta manera una jornada para el olvido, como lo fue para todo Boca.