El retorno de un ídolo a San Lorenzo despertaba cierto morbo en la agenda, por cómo había sido su salida del club y por su relación con la dirigencia, sobre todo el presidente Marcelo Moretti, con el que hubo un ida y vuelta de dardos mediáticos. Para la gente, no hubo dudas: ovación total para Rubén Darío Insúa en su regreso al Nuevo Gasómetro, esta vez en el banco de Barracas Central. Acto seguido, insultos a la CD actual.
El ex entrenador del Ciclón volvió a pisar el Bajo Flores tras su conflictiva salida en el mes de abril y se llevó todo el apoyo de la gente. Además, la dirigencia había preparado un homenaje para el entrenador en el que planeaba entregarle una camiseta de manos del director deportivo Ángel Bernuncio. No obstante, cuando Insúa supo, mandó a suspender el acto. La cancha habló: primero se escuchó un estruendoso "Gallego, Gallego..." de los cuatro costados del Pedro Bidegain. Inmediatamente después cayó el "Moretti, hijo de p...". El veredicto azulgrana fue más que claro.
El Gallego fue destituido tras una derrota ante Independiente del Valle en Quito por Copa Libertadores, por lo que no tuvo la ocasión de despedirse de su gente. Luego de eso, comenzaron los encontronazos mediáticos con Moretti, sumados a la falta de un acuerdo por lo adeudado tras la rescisión de su contrato, motivo por el que la disputa estuvo a punto de llegar a juicio. Pese a todas esas rispideces, hubo una realidad: el hincha de San Lorenzo le manifestó a Insúa un cariño incondicional.
Qué dijo Insúa tras el partido
El entrenador habló tras el encuentro, en el que Barracas Central cayó por 1-0 ante su ex equipo, y pese a la derrota manifestó alegría por volver al Nuevo Gasómetro: "Agradecido al trato y recibimiento que me dio el público que es, en definitiva, lo único que importa. Lo otro es circustancial. Mi saludo es lo que merecían", dijo el Gallego ante la prensa. "Es un estadio extraordinario, es un templo del fútbol, con muchísimo público siempre. Da gusto jugar en este tipo de escenarios. Me hubiese gustado que ganemos nosotros, no es un detalle menor, pero me sentí feliz de estar en este lugar nuevamente", agregó.
Por último, evitó opinar sobre el presente de San Lorenzo cuando le consultaron: "Yo terminé mi relación con el club hace seis meses ya, prefiero que conteste Miguel (Russo). Demasiado tengo con lo mío para andar opinando de otros equipos", expresó. No obstante, no se privó de cerrar metiéndole un palito a la dirigencia azulgrana: "En Barracas confían en nosotros porque nos ofrecieron un acuerdo hasta diciembre de 2026. No lo quiero decir en voz alta porque, cuando te ofrecen dos años, es medio peligroso", tiró, en referencia al contrato que le ofreció la CD antes de despedirlo meses después.