La semana que acaba de terminar fue, sin dudas, una de las más tristes y complejas de los últimos tiempos. El regreso de los saqueos, a los que ahora llaman robos en poblado y en banda, no sólo por su tipificación penal, sino también por sus diferencias con lo qué pasó en el 2001, colocó en estado de angustia a una población que ya venía mayoritariamente golpeada por mala situación del país que, a diferencia del shock del 2001, tienen el desgastante impacto de un mal crónico.
La escalada inflacionaria, las disparadas del dólar, el aumento de la pobreza y demás adversidades generaron la excusa para la irrupción de estos ataques -injustificados y condenables- tanto a supermercados como a pequeños comercios de barrio. Se asegura y se acepta que fueron realizados por bandas decididas a delinquir y se sabe que fueron instigados a través de audios que se viralizaron por las redes y especialmente por Whatsapp.
Uno de los líderes piqueteros, Raúl Castells, dijo haber instigado. Pero la vocera del presidente Alberto Fernández, Gabriela Cerruti, prefirió acusar a sectores supuestamente vinculados a quienes serán los rivales directos de Sergio Massa (Unión por la Patria) en las presidenciales de octubre; es decir, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Javier Milei (La Libertad Avanza).
La semana fue triste, como que se empieza a tocar fondo. Mientras la política hacía su juego y desde los oficialismos se procuraba “llevar tranquilidad” con la explicación de que los saqueadores no eran personas con hambre, sino delincuentes instigados por desestabilizadores, se conocía que un adolescente de apenas 15 años había sido gravemente herido de bala; y que -también aquí, en la ciudad de Neuquén- los eslabones de una cadena de supermercados restringían el ingreso de clientes, para evitar riesgos. De alguna manera, se volvieron a ver las cercanas postales de la pandemia.
Hubo, además, promesas nacionales de asistencia a los comerciantes de víctimas de los saqueos, y adelantos de los anuncios de Massa para aliviar los bolsillos, tras la devaluación que él mismo aplicó. También se anunció el ingreso de la Argentina al BRICS, grupo económico que integran Rusia y China, entre otros países, y que lejos de aportar calma agitó las aguas. Lógica y razonadamente la oposición cuestionó que dicho alineamiento será heredado por quien resulte ganador en los próximos comicios. Y, por si hace falta recordarlo, Rusia (invasor de Ucrania) y China son naciones a las que se cuestiona por la violación institucionalizada a los derechos humanos, la libertad de expresión y una posición irracional y de extorsión a la hora de negociar con países del subdesarrollo como el nuestro.
En virtud de estas y otras cuestiones que seguramente resultaría tedioso enumerar, el escenario nacional post PASO es más complejo de lo que se temía. Y aunque Neuquén no pudo escapar a la pesadilla de los saqueos, sí pudo consolidar acciones estratégicas que generan previsibilidad e inspiran confianza de cara a un futuro nacional enigmático. La estrategia que según explicó Omar Gutiérrez consensuó con Rolando Figueroa para adquirir dólares “al mejor precio posible” y atesorarlos para afrontar los vencimientos de 2024, constituye una de esas acciones. También es importante el viaje que Figueroa realizó a Israel para evaluar la posibilidad de traer conocimientos y tecnologías para el riego, las emergencias, la agricultura y la seguridad.
El gobernador electo consolida su fortaleza de cara a lo que vendrá y en eso también juega sus rol en las elecciones municipales que se realizarán el próximo domingo en las ciudades de Plottier y Rincón de los Sauces.
En Plottier, el frente Neuquinizate va con Luis Bertolini, quien es el secretario de Desarrollo Urbano de la intendenta y vicegobernadora electa, Gloria Ruiz. El abanico de candidatos es amplio. Pero, en principio, el rival a vencer es el ex jefe comunal y actual diputado provincial Andrés Peressini. Se asegura que de ellos dos saldrá quien guíe los destinos de la ciudad durante los próximos cuatro años. Y al ser una ciudad grande, la clase dirigente está expectante.
En Rincón, Figueroa respalda la reelección de la intendenta Norma Sepúlveda, en una estrategia que también excede lo municipal. Sepúlveda es la candidata del MPN Petrolero que conducen los dirigentes sindicales Marcelo Rucci y Guillermo Pereyra, con quienes ya había acordado esfuerzos en conjunto como ocurrió, por ejemplo, en los comicios de Cutral Co. La construcción de una sociedad política con los petroleros, conductores del gremio cuyos afiliados operan en Vaca Muerta, es fundamental en estos tiempos en los que también son de incertidumbre por los dichos libertarios sobre el proyecto de “privatización” total de YPF, cuyas acciones hoy son mayoritariamente estatales. La organización gremial se opone.
En fin. Cuando, allá por abril, Figueroa ganó las elecciones, el escenario nacional era otro. Pero su construcción de consensos no se detuvo (las conversaciones con sectores del MPN tampoco) y eso, más el diseño de estrategias para lograr un correcto funcionamiento de los organismos de la administración pública y hacer que los rendimientos del petróleo y el gas lleguen al conjunto de la sociedad, hacen que la provincia de Neuquén necesite navegar con brújula y timón propios en este mar de incertidumbres en el que se ha convertido el país. La transición “productiva” entre Gutiérrez y Figueroa y no tan productiva de Gutiérrez y Figueroa hacia abajo, donde los engranajes de la comunicación y la información estarían más oxidados y donde desempeña un papel preponderante y protagónico Juan Luis Ousset en la búsqueda de agilizar y lograr las herramientas que permitirán tener certidumbre para el armado de las nuevas estructuras y planes de gobierno. Ousset será jefe de Gabinete del gobierno de Figueroa, asumirá el 10 de diciembre. Expuestos estos matices, no deja de ser una virtud el diálogo y trabajo conjunto en el marco de una crisis que no da respiro.