En la vida, por miedo o desconfianza, hay quienes toman decisiones que pueden salir muy caras. Esto le sucedió a una anciana malaya, quien por desconfiar de los bancos, guardó todos sus ahorros en su casa, dentro de varias latas, y los terminó perdiendo.
Hace pocos días, decidió buscar y chequear todo lo que tenía "amarrocado" y escondido en su domicilio desde hace algunos años. Todo parecía normal, hasta que pudo observar que la humedad y las bacterias habían descompuesto y deshecho a los fajos, que acumulaban una cifra cercana a los 73 mil dólares, según publicaron algunos medios locales.
"Pensé que era el depósito mas confiable del mundo" dijo la abuela.
El disgusto fue total, pero no tuvo opción a quejarse porque fue ella la que optó por conservar sus ahorros cerca suyo y no en una cuenta bancaria.