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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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La nueva vida de la elefanta Pupy, tras 30 años de cautiverio

Después de cinco días de viaje, el animal llegó a la reserva ubicada en el Mato Grosso.

Jueves, 24 de abril de 2025 a las 14:57
La elefanta Pupy ya llegó a Brasil.
Pupy llegó a la reserva ubicada en el Mato Grosso.
El traslado se demoró un par de años por cuestiones burocráticas.

La espera se hizo larga, pero finalmente Pupy dejó el espacio que ocupó por tres largas décadas en el Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires y viajó al Santuario de Elefantes de Brasil, un verdadero oasis de 1100 hectáreas ubicado en el Mato Grosso. Allí se convertirá en la primera habitante del espacio destinado a las elefantas africanas, pero no estará sola mucho tiempo, pronto se sumará Kenia, habitante del ex zoo de Mendoza.
El traslado que se demoró un par de años por cuestiones burocráticas, se concretó el 14 de abril pasado, dejando atrás 30 años de cautiverio donde
vio morir a su madre primero y a su compañera de encierro Kuky, después.
El viaje duró unos cinco días durante los cuales estuvo acompañada por personal especializado del Ecoparque y del Santuario con una vasta experiencia en traslados de elefantes. La travesía incluyó paradas programadas para asegurar su bienestar, comer y beber, caminar, considerar condiciones climáticas y tiempos de aduana entre ambos países.
La caja para el viaje fue diseñada especialmente, cuenta con un sistema de ventilación adecuado que es monitoreado en forma permanente mediante cámaras. El nuevo destino es un espacio rodeado de selva, de sabana, con pasto fresco donde podrá caminar y disfrutar de frutas desconocidas para su paladar. Ahora deberá adaptarse a su nuevo hábitat y a sus nuevos cuidadores que la acompañaran en este proceso y respetaran sus tiempos.
En este lugar de naturaleza exuberante que no deja de crecer, Pupy recuperará la dignidad que el cautiverio le quitó y sin dudas escuchará el saludo de Mara, la elefanta asiática que fue su compañera en Buenos Aires aunque compartieron el mismo espacio por poco tiempo ya que no se llevaban bien y que llegó al Santuario en el año 2020 y está alojada en otro predio.
Después del traslado de Mara al Santuario fue el turno de Pocha y Guillermina, que pasaron toda su vida en el zoológico de Mendoza. Con la derivación de Pupy a Brasil ya no quedan animales de esta especie en Buenos Aires y el objetivo es que tampoco los haya en otros zoológicos del país.
Todavía queda trabajar mucho para lograr que todos los espacios de cautiverio queden vacíos y que los animales que los habitan, sean trasladados a zonas acordes a su hábitat.
Una deuda pendiente que tenemos en la región es Toti, el chimpancé de 34 años cautivo en la provincia de Río Negro. A pesar de que existe una sentencia judicial firme de la Corte Suprema que ordena su traslado a un santuario, aún permanece encerrado en un recinto de 6 metros de altura, sin ninguna compañía y sufriendo las condiciones climáticas patagónicas, tan alejadas de las cálidas temperaturas africanas y tan perjudiciales para la salud de un chimpancé ya geronte.

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