Se cumple el primer mes desde el inicio de los ataques de Rusia a Ucrania sin ninguna evidencia de retroceso en las pretensiones de Vladimir Putin.
Estados Unidos, la Unión Europea y sus aliados del G7 y la OTAN se reúnen este jueves con la intención de coordinar nuevas sanciones contra Moscú. En esta cumbre, los aliados esperan abordar más apoyos para Ucrania, incluido el suministro de equipos de protección ante posibles amenazas químicas, biológicas o incluso nucleares.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, cuyo país no integra la alianza, pedirá armamento más avanzado y una mayor intervención en un discurso en video a los líderes mientras busca que Occidente dé una respuesta más dura.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes mundiales inician la primera de un trío de cumbres centradas en presionar a Rusia para que ponga fin a la guerra en Ucrania. La capital diplomática europea alberga una cumbre de emergencia de la OTAN, además de un encuentro de los líderes del Grupo de los Siete y otro de los 27 de la Unión Europea. Biden asistirá a las tres.
"Estamos decididos a continuar imponiendo costos a Rusia para lograr el fin de esta guerra brutal”, dijo. Pero la alianza ha rechazado las súplicas de Kiev de imponer una zona de exclusión aérea para ayudar a detener el ataque de Rusia por temor a verse arrastrada a un conflicto “en toda regla” con Moscú. “Tenemos la responsabilidad de garantizar que este conflicto no se intensifique más allá de Ucrania, lo que causará aún más sufrimiento, aún más muertes, aún más destrucción”, dijo Stoltenberg.