El gobierno de Pakistán está cumpliendo con la deportación de ciudadanos afganos. El objetivo, es lograr que la mayor cantidad de afganos regresen a su país antes del 1 de noviembre, día en que vence el ultimátum del gobierno para su estancia en Pakistán.
Para acelerar la deportación de cientos de miles de refugiados afganos sin permiso de estancia en el país, el gobierno abrió tres nuevos pasos. Los pasos de Qila Saifulá, Qameruddin Karez and Baracha Nur Wahab, en la localidad de Chagai, servirán para que los migrantes tanto afganos como iraníes baloches cumplan con este objetivo. La misma situación espera a los extranjeros sin la llamada 'Prueba de Registro (PoR)' en Jíber Pajtunjua.
El 1 de noviembre "el gobierno aplicará su plan de expulsión a plena potencia" a pesar de las críticas de ONG internacionales a esta maniobra. Pakistán esgrime que los refugiados afganos sin documentos son el caldo de cultivo para la preparación de atentados en el país. "De los últimos 24 atentados suicida, 14 fueron ejecutados por afganos", ha declarado el ministro principal del estado de Punyab, Mohsin Naqvi.
Las ONG denuncian que esta medida representa un ataque directo a los 1,73 millones de afganos entre el total de 3,3 millones que se encuentran en el país vecino y todavía no tienen un estatus formal de refugiados.
El retorno del Talibán al gobierno de Afganistán en 2021 desencadenó el éxodo de 700.000 afganos hasta sumar las estimaciones totales actuales. La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) confirmó que recibieron quejas de maniobras de acoso contra refugiados afganos. La agencia de la ONU en el país ha recibido informaciones sobre la detención y el arresto de ciudadanos afganos con documentación e instado a las autoridades "a que pongan en libertad a estos ciudadanos tan pronto como sea posible".