El máximo organismo internacional, Naciones Unidas, a través de su Asamblea General, pidió a Israel detener el fuego en Gaza. Lo hizo luego de que Egipto y Mauritania solicitaran formalmente una reunión de emergencia invocando la resolución 377A. Dicha norma, aprobada en 1950, faculta a la Asamblea General a emitir esta orden cuando ve amenazas sobre la paz, si el Consejo de Seguridad no lo hiciera por veto de uno de sus miembros.
La votación resultó con 153 votos a favor, 23 abstenciones y diez votos en contra, entre los que se encuentran Israel, Guatemala, República Checa, Austria, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Estados Unidos. Argentina, en su primera votación bajo la presidencia de Javier Milei, se abstuvo. Sin embargo, esta resolución no es vinculante.
El texto "reitera su exigencia de que todas las partes cumplan sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional" con respecto a la protección de los civiles. También exige "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes".
Desde la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que no es miembro de Naciones Unidas, celebraron la medida. El portavoz de la Presidencia de la ANP, Nabil Abu Rudeina, agradeció el apoyo de todos los países que han votado a favor de la resolución. También dijo que "el mundo apoya de forma abrumadora al pueblo palestino". Izzat al Rishq, uno de los altos cargos de Hamás, también celebró. "La posición estadounidense, descaradamente sesgada hacia el fascismo sionista, es la razón de la pérdida cada vez mayor del 'centro moral' que reivindica (el presidente de Estados Unidos, Joe) Biden", dijo.
Israel, por su parte, cuestionó la medida. El representante de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, ha precisado que si de verdad el mundo quiere un alto el fuego habría que "llamar a las oficinas de Hamás y preguntar por Yahya Sinwar", el líder del grupo islamista en el enclave.
La votación tuvo lugar después de que Washington vetara una resolución presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU para pedir un alto el fuego humanitario en el enclave palestino y después de que el secretario general del organismo, António Guterres, invocara el Artículo 99 de la Carta de la ONU, alertando así de la situación en Oriente Próximo e instando al órgano a "presionar por" evitar una catástrofe humanitaria.