El Pentágono ordenó la destrucción de un cuarto dispositivo que sobrevolaba el espacio aéreo norteamericano en la zona del Lago Hurón, en Michigan, próximo a la frontera canadiense. El Departamento de Defensa informó que el objeto no tripulado no significaba una amenaza salvo para el tráfico aéreo comercial dado que se encontraba a 20.000 pies de altura.
Este dispositivo habría ingresado a Estados Unidos desde Canadá por el Estado de Montana, donde fue detectado por primera vez por los radares del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD, en inglés). Luego, el objeto sobrevoló Wisconsin y Michigan, antes de ser derribado. La ruta de vuelo atravesó sitios sensibles gestionados por el Departamento de Defensa.
La operación de destrucción fue llevada adelante por un F-16 con un misil AIM 9x Sidewinder en la tarde del pasado domingo. Los restos cayeron sobre las aguas del Lago Hurón, donde el FBI y la Real Policía Montada de Canadá llevaron a cabo las operaciones de recuperación en sus respectivas jurisdicciones. El aumento en la detección de este tipo de objetos parece derivarse de una supervisión más amplia del espacio aéreo norteamericano por parte de las Fuerzas Armadas.
Luego del derribo de lo que la administración Biden ha denominado un globo de vigilancia chino, y antes del suceso del último fin de semana, otros dos objetos fueron derribados en áreas remotas frente a la costa norte de Alaska y sobre el territorio canadiense de Yukón, donde las condiciones extremas han complicado los esfuerzos de recuperación. Los miembros del Congreso ya están presionando a la Casa Blanca para obtener más información sobre la seguidilla de objetos derribados en los últimos días.