El Obispo Rolando Álvarez era uno de los 222 presos políticos liberados por Nicaragua días atrás, que fueron desterrados por traidores a la patria y luego enviados en un avión a Estados Unidos. Sin embargo, el religioso se negó a abordar el avión, lo que le valió un juicio express por parte de la justicia de Nicaragua y la posterior condena a 26 años de prisión.
En este marco, el Papa Francisco condenó lo sucedido y pidió rezar por Álvarez y las decenas de presos políticos que aún permanecen privados de su libertad bajo el régimen sandinista que encabeza Ortega. Al respecto, aseguró: “Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido no poco y no puedo no recordar con preocupación al obispo de Metagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a los Estados Unidos”. Si bien ni el mensaje papal ni otras fuentes vaticanas solicitaron su liberación, la condena fue explícita.
Quien sí solicitó la inmediata liberación de Álvarez fue Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado. "Condenamos esta acción del Gobierno de Nicaragua e instamos a la liberación inmediata del obispo Álvarez", afirmó Ned Price, vocero del organismo, quien además agregó que Nicaragua encarcela a opositores solo por ejercer sus libertades fundamentales. Estados Unidos había consensuado previamente con el gobierno sandinista la recepción de los 222 presos políticos expatriados por el régimen de Ortega. Sin embargo, mantiene la exigencia de liberación del resto de los presos políticos, entre los que vuelve a estar el obispo Álvarez.