El gobierno boliviano confirmó la baja de 216 miembros de la policía, acusados de colaborar con el golpe de estado sufrido por Evo Morales en 2019. Lo hizo a través del comandante de la Policía de Bolivia, Orlando Ponce Málaga.
"Trabajamos con fuerza en el sistema disciplinario de nuestra institución, entendiendo que el cambio debe venir de una decisión interna. Esto permitió que podamos alejar a 216 malos policías de forma definitiva o con suspensiones temporales”, aseguró Ponce Málaga.
Desde la oposición aseguran que se trata de una purga policial, en el marco de la avanzada que el gobierno boliviano, a cargo de Luis Arce, está teniendo sobre las voces opositoras en todos los ámbitos.
El ministro de Gobierno, Carlos Del Castillo, destacó la decisión, afirmando que “aún existen elementos que dañan el uniforme Verde Olivo con acciones irregulares o incluso con actos de corrupción que no son los que nuestra Policía Boliviana, el pueblo y nuestra patria necesitan”.