El primer ministro británico, Rishi Sunak, cree que la intención de China de “remodelar el orden mundial” representan un desafío para Gran Bretaña. Sin embargo, se cuidó de no considerar a la potencia asiática como una “amenaza”. Realizó estas declaraciones mientras viajaba para participar de una reunión de la alianza militar Aukus, una asociación entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido para hacer frente a la influencia de China en el Pacífico.
Sunak anunció una importante renovación de la estrategia de seguridad nacional del Reino Unido y un aumento en el gasto en defensa. Estas medidas están destinadas a frenar la influencia de China que según Sunak se estaba volviendo “cada vez más autoritaria en casa y asertiva en el extranjero”, y reforzar la posición de Gran Bretaña contra Rusia después de su invasión a gran escala de Ucrania.
Sin embargo, el primer ministro no fue a fondo como querían las “halcones” de su partido que vienen presionado para que China fuera reclasificada como una amenaza en lugar de un "desafío sistémico".
Sunak se reunirá en California con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese.