Las autoridades de energía y medio ambiente de los países del G7 tuvieron dificultades para ponerse de acuerdo respecto de las nuevas metas de reducción de emisiones de carbono para automóviles. El objetivo consensuado de reducir un 50% las emisiones en los próximos 12 años retrotraería tal indicador a valores del año 2000. Según la ministra francesa de Transición Energética, Agnes Pannier-Runacher, la incorporación de la frase "eliminación gradual" en la declaración final es un gran paso, pese a las disidencias entre los países.
El objetivo planteado es parte de la estrategia general de llevar las emisiones a 0 en el 2050. Sin embargo, requerirá un gran esfuerzo por parte de la industria automotriz de los países más industrializados, lo que siempre ha generado mucho conflicto entre las potencias.
Para cumplir con el compromiso adoptado, los países prometieron trabajar para el desarrollo de infraestructuras de producción de vehículos eléctricos, así como sistemas de carga. Otras medidas son potenciar el desarrollo de combustibles neutros en emisiones y estandarizar la metodología que garantice el suministro de materiales para baterías.
Otro tema de discusión y disidencia fue la energía nuclear. La ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, el compromiso del grupo para alcanzar "cada uno a su propio ritmo" una sociedad libre de combustibles fósiles. Ayer, Alemania desconectó sus últimas tres centrales nucleares.