Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno de Bolivia, se presentó ante el parlamento para informar sobre la situación del opositor Fernando Camacho, encarcelado desde diciembre pasado. Durante su alocución, el ministro calificó a los legisladores del partido de Camacho como "grupos radicales, ladrones, violentos que vinieron a robar la billetera del pueblo boliviano".
Como respuesta, legisladoras que responden a Camacho mostraron carteles. Los mismos rezaban "con presos políticos no hay democracia" y "ministro del terror", este último en referencia a Castillo. Fue allí cuando legisladoras oficialistas se abalanzaron sobre las opositoras para quitarles los carteles y la sesión se descontroló completamente.
A partir de allí se desató una pelea entre las legisladoras de ambos espacios. La misma incluyó piñas, patadas, tirones de pelo y cachetazos. Sin embargo, no hubo lesiones de gravedad.
El episodio, triste y preocupante en sí mismo, pone de manifiesto la situación de los presos políticos en Bolivia. Se estima que son más de 180 las personas que, acusadas de apoyar el derrocamiento de Evo Morales en 2019, se encuentran privadas de su libertad.