Honduras no sale de la conmoción tras la noticia del asesinato de 41 mujeres en una cárcel en cercanías de Tegucigalpa. Aparentemente, se trató de un enfrentamiento entre pandillas enemigas.
Según informó la propia policía hondureña, el combate entre las pandillas derivó en un incendio. El episodio completo terminó con la vida de 41 mujeres. Al respecto, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dijo en Twitter estar "conmocionada" por el "monstruoso asesinato de mujeres (...) planificado por maras a vista y paciencia de las autoridades de Seguridad". La máxima mandataria prometió tomar medidas drásticas.
Según Delma Ordóñez, presidenta de la Asociación de Familiares Privados de Libertad, las víctimas formaban parte de la pandilla Mara Salvatrucha, por lo que sospecha que el ataque fue perpetrado por miembros de una mara rival, la Barrio 18. "El módulo está completamente destruido, fue quemado en su totalidad", afirmó Ordóñez.
Las maras son características de El Salvador. Pero no son originales de El Salvador. La Mara Salvatrucha (MS-13) y el Barrio 18 o Maras Barrio 18 (en origen, Eighteen Street Gang) nacieron en las calles de Los Ángeles, California. Son dos bandas de origen común pero hoy antagónicas, que luego de su expulsión de Estados Unidos hacia finales del siglo XX, recayeron en América central, con El Salvador como principal foco. Honduras también sufre las consecuencias de las pandillas, y este episodio así lo demuestra.