El viernes último, en horas de la tarde, un tren del expreso de Coromandel impactó contra un tren de carga a 127 kilómetros por hora. El resultado es el fallecimiento de, al menos, 288 personas.
Según las investigaciones, el siniestro se habría producido por un error humano. La formación se salió de su carril momentos antes del impacto. Como consecuencia del impacto, el expreso fue embestido por una tercera formación, el expreso de Yashwantnagar. Sin embargo, las investigaciones no son concluyentes aún.
Los testimonios de los sobrevivientes dan cuenta de la gravedad de lo sucedido. “Había heridos tirados por todas partes, dentro de los vagones y sobre las vías. Quiero olvidar las escenas”, comentó uno de los pasajeros. Ante la elevada cantidad de afectados, los heridos eran trasladados tanto en ambulancias como en autobuses hacia cualquier hospital que dispusiera de espacio.
El sistema de salud, tanto público como privado, se vio altamente demandado. “Preparamos a todos los grandes hospitales públicos y privados desde el sitio del accidente hasta la capital del estado para atender a los heridos”, subrayó SK Panda, portavoz de las autoridades del estado de Odisha.
Narendra Modi, primer ministro indio, se refirió al siniestro desde su cuenta en la red social Twitter. “En esta hora de dolor, mis pensamientos están con las familias que perdieron a seres queridos. Que los heridos se recuperen pronto”. El gobierno ya anunció una indemnización para los familiares de las víctimas fatales, como así también para los heridos.
Este accidente se transformó en el más grave desde principios de la década de 1980. En aquel momento, siete vagones de un tren se precipitaron desde un puente hasta un río, causando entre 800 y 1.000 muertos.