El cuerpo de Alexéi Navalny, uno de los mayores opositores del Kremlin, que murió el pasado 16 de febrero fue sepultado hoy en el cementerio Borisovskoye, en Moscú. Poco antes, en horas de la mañana, familiares y simpatizantes se reunieron en la iglesia ortodoxa del Ícono de la Madre de Dios, en el distrito moscovita de Maryino, para un servicio religioso.
Navalny murió aislado en una prisión del círculo Ártico tras años de activismo contra la corrupción en los que lanzó acusaciones directas contra el presidente ruso, Vladimir Putin, que ha gobernado Rusia por más de 20 años y quien aspira a una nueva reelección en los comicios que se desarrollarán entre los próximos 15 y 17 de marzo.
El fuerte despliegue policial, tanto en las inmediaciones de la iglesia ortodoxa del distrito Marino de Moscú, como en el cementerio de Borissovskoia, a donde fue trasladado, aumentaron los temores de represión hacia los asistentes. Sin embargo, no se han reportado arrestos en el marco de este funeral.
Tras el funeral, su esposa, Yulia Navalnaya, quien se encuentra fuera de Rusia y en los últimos días aseguró que continuará con el legado de Navalny, publicó un mensaje en sus redes sociales, en el que le agradeció por "26 años de felicidad absoluta".
"No sé cómo vivir sin ti, pero haré todo lo posible para que estés ahí arriba, feliz por mí y orgulloso de mí. No sé si lo conseguiré o no, pero lo intentaré", manifestó Navalnaya.
Después de la ceremonia en el templo, su cuerpo fue trasladado al cementerio Borisovskoye, de la capital rusa.