Seis diplomáticos británicos fueron acusados de espionaje en Rusia y se les revocó su acreditación, según informó hoy el Servicio Federal de Seguridad ruso. La televisión estatal citó a un funcionario del servicio de seguridad, conocido como FSB, diciendo que serían expulsados.
El FSB afirmó que había recibido documentos que indicaban que habían sido enviados a Rusia por una división del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido con la "tarea de infligir una derrota estratégica a nuestro país". Añadió que estaban implicados en "actividades de recopilación de información y subversivas".
La medida se produce dos días después de que EE.UU. y Gran Bretaña prometieran cerca de 1500 millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania, y cuando las autoridades ucranianas renovaron sus peticiones de utilizar misiles proporcionados por Occidente contra objetivos situados más al interior de Rusia. La embajada británica en Moscú no hizo comentarios públicos sobre el tema..
El FSB advirtió de que "si se detectan acciones similares entre los empleados de la misión diplomática británica, el FSB exigirá el cese anticipado de sus misiones en la Federación Rusa".
La medida se produjo en el momento en que el primer ministro británico, Keir Starmer, llegaba a Washington D.C. para debatir con el presidente estadounidense, Joe Biden, la posibilidad de que Ucrania dispare a Rusia misiles suministrados por Occidente.