Sorpresivamente el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos e Irán estaban a punto de comenzar conversaciones directas sobre el programa nuclear de Teherán. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo que las discusiones en Omán serían indirectas.
En una señal más del difícil camino hacia cualquier acuerdo entre los dos enemigos geopolíticos, Trump emitió una severa advertencia de que si las conversaciones no tenían éxito, "Irán estará en gran peligro". Irán había rechazado en las últimas semanas las exigencias de Trump de que negociara directamente sobre su programa nuclear o sería bombardeado, y pareció mantener esa posición el lunes.
"Estamos teniendo conversaciones directas con Irán, y ya han comenzado. Continuarán el sábado. Tenemos una reunión muy importante, y veremos qué puede pasar", dijo Trump a los periodistas en el Despacho Oval durante una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"Y creo que todo el mundo está de acuerdo en que sería preferible llegar a un acuerdo", dijo Trump. Añadió que las conversaciones del sábado con Irán serían de muy alto nivel, sin dar más detalles. Se negó a decir dónde tendrían lugar las conversaciones, pero mantuvo la posibilidad de que se pudiera llegar a un acuerdo.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, publicó en X que se celebrarían conversaciones indirectas de alto nivel en Omán, y añadió: "Es tanto una oportunidad como una prueba. La pelota está en el tejado de Estados Unidos".
Los medios estatales iraníes dijeron que las conversaciones estarían dirigidas por Araqchi y el enviado presidencial estadounidense, Steve Witkoff, con la intermediación del ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi.
Las últimas negociaciones directas conocidas entre los dos gobiernos fueron bajo el entonces presidente Barack Obama, que encabezó el acuerdo nuclear internacional de 2015 que Trump abandonó posteriormente.