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Fiebre de sábado en las calles de Recoleta

Un combo que tiene ingredientes judiciales, políticos y de enfrentamientos institucionales, conmociona al país.
Sabado, 27 de agosto de 2022 a las 21:33

La crispación que fue elevando la temperatura desde el lunes cuando los fiscales de la Causa Vialidad pidieron la condena a 12 años de prisión y la inhabilitación de por vida para Cristina Fernández, llegó a detonar un sábado explosivo en Recoleta. Es que la defensa de la expresidenta el martes, la entrevista al Presidente el miércoles y el despliegue de ataques a la Justicia y la organización de concentraciones, poco hizo para calmar los ánimos.

Cuando el foco político estaba puesto entre viernes y sábado entre la artillería política de oficialismo y oposición, salió al cruce el choque institucional entre los gobiernos Nacional y de CABA.

Con el objetivo de responder a pedidos de los vecinos de la residencia de Cristina Fernández, el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta instruyó a sus funcionarios a vallar el sector, realizar una profunda limpieza y desplegar un cordón policial para evitar las concentraciones en la zona.

Allí, en varias cuadras alrededor de Juncal y Uruguay fueron  concentrándose adherentes a la Vicepresidenta a partir del mediodía y terminó con graves enfrentamientos ya entrada la noche. La búsqueda del gobierno de la ciudad de Buenos Aires de responder a los pedidos de los vecinos de mayor tranquilidad y evitar las concentraciones en el lugar, generó el efecto contrario.

Es que este sábado se había previsto para el desarrollo de concentraciones y marchas de apoyo a Cristina Fernández en todo el país, especialmente en varias plazas porteñas y de ciudades del conurbano. La presencia de vallas, la limpieza que debió realizar el gobierno porteño y luego el despliegue policial, trocaron la brújula del sábado y lo dejaron en el anaquel donde se profundizan las grietas sociales y políticas.

Desde la suspensión de actos para dirigirse a Recoleta hasta las acusaciones cruzadas entre un sector y otro, todo abonó el clima de violencia y enfrentamiento. De un lado y otro se abogó por pacificar los ánimos, mientras sus funcionarios o militantes elevaban los enfrentamientos.

Sobre el filo de las 21.30 se conoció de reuniones llevadas a cabo entre el gobierno porteño y el nacional para tratar de apaciguar los ánimos, porque un enfrentamiento llevaba a otro y nadie garantizaba una tregua. Siete policías fueron heridos, según indicó el área de Seguridad del gobierno porteño. Al menos una decena de personas fueron detenidas y otras tantas heridas, denunciaron desde quienes apoyan a Cristina Fernández.

Con la fiebre de sábado llegando al tope del termómetro, se anunció que una reunión entre Jorge Macri y Marcelo D’Alessandro (representando al gobierno porteño y a Juntos por el Cambio)con Aníbal Fernández y Juan Martín Mena (respondiendo por el kirchnerismo y el gobierno Nacional) podía disuadir la extrema gravedad de la situación.

Un combo explosivo que tiene ingredientes judiciales, políticos e institucionales que lejos de aquietarse, parece ser el escenario adonde los actores aportan sólo bidones con combustible.

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