El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, en una polémica decisión aumentaron en un 30% la dieta de diputados y senadores del Congreso de la Nación. Con esta determinación el sueldo de 329 queda por arriba de la media de las paritarias en el primer bimestre del año y coloca a un diputado con un piso en la dieta en los $2 millones.
Pero esta no fue la única medida salarial que otorgó el Gobierno nacional, ya que el 22 de febrero, Villarruel y Menem aprobaron un aumento salarial para los empleados del Congreso: un 16% para enero y de un 12% para febrero, con lo que el salario más bajo de los trabajadores del Parlamento pasó a ser de $458.863 brutos y el más alto de $1.616.868.
“En virtud de la responsabilidad política, los signatarios del presente acuerdo en representación de la parte empleadora se comprometen a otorgarlo en función de la disponibilidad en las partidas presupuestarias, impulsando las diligencias necesarias ante las presidencias de ambas Cámaras”, remarca la resolución que lleva la firma de Villarruel y Menem.
De esta forma, la reciente medida del Ejecutivo marca un cambio en la dirección del ajuste que está siendo implementado por el Gobierno nacional y del que tanto alardeó el propio presidente Javier Milei durante su asunción al reiterar en varias oportunidades que “no hay plata”.