El gobierno de España dio un paso en su lucha por ayudar a la salud de los niños. Por decreto, prohibirá las bebidas azucaradas, los snacks salados y platos precocinados en las escuelas, entre otros. La medida busca garantizar que todos los niños accedan a una alimentación saludable al menos cinco veces por semana dentro del ámbito escolar.
Este decreto forma parte de un plan del país con el objetivo a largo plazo y pondrá en práctica un artículo de una ley de Nutrición del 2011. Para cumplir la normativa, es necesaria una inversión de 200 millones de euros, a los que se sumarán fondos municipales y de Comunidades Autónomas.
No solo será regulada la comida ofrecida en los comedores escolares, también intervendrán sobre las máquinas expendedoras que, especialmente en los institutos, ofrecen productos hipercalóricos y bajos en nutrientes.
La situación de Argentina para una normativa similar
En Argentina, 41% de los estudiantes tiene sobrepeso u obesidad por sedentarismo y dietas desequilibradas. Según datos del Ministerio de Capital Humano, unos 2,8 millones alumnos entre 5 y 17 años desayunan en la escuela y 1.8 millones almuerzan. Esto quiere decir que uno de cada cuatro estudiantes recibe su alimentación en el ámbito escolar. Entro los chicos de familias más vulnerables, el porcentaje crece más: 45,1% almuerzan en la escuela.
"Las cantinas escolares son un lugar clave para combatir la desigualdad alimentaria. No se trata solo de que coman, sino de que coman bien", dijo el doctor Enrique Orschanski al medio Cadena 3 de Córdoba.
La alimentación saludable es una cuestión de acceso, pero también de hábitos, por eso uno de los focos en esta discusión radica en reducir el consumo de bebidas azucaradas y fomentar la ingesta de agua y leche, especialmente en adolescentes.
En un país con los niveles de pobreza infantil que tiene Argentina (Según los datos del INDEC, el 51,9% de los niños y niñas menores de 14 años son pobres), la implementación de una política como la de España no parece sencilla. Sin embargo, es un tema que nos atraviesa a todos como sociedad, por lo que es hora de discutir una ley nacional de cantinas escolares saludables.