La nena, de 10 años, jugaba en medio de la multitud en la playa La Perla, en pleno centro recreativo de Mar del Plata, cuando gritó de dolor. Sus familiares acudieron rápido a ver qué pasaba, y descubrieron con espanto que había un alacrán, y que la había mordido.
Esto ocurrió el sábado a la tarde. El padre de la niña mató al alacrán, y tuvo el tino de recogerlo, guardarlo y llevarlo al mismo tiempo que a la nena. Fueron al Hospital Materno Infantil, donde la chica quedó internada en observación. Por suerte, no se manifestaron síntomas de envenenamiento.
Se siguió el protocolo y se analizó el cuerpo del alacrán, que era, efectivamente, de los venenosos. Se sugirió rápidamente hacer un control de la zona: el bicho había actuado en la zona de escalinatas entre los balnearios Saint Michel y San Sebastián.