En Godoy Cruz, Mendoza, el año nuevo trajo buenos augurios, sentimientos de renovación y esperanza, pero también momentos de sorpresa e incluso indignación. El pasado sábado 1° de enero, en una reconocida heladería de calle Italia y esquina Río Mendoza, los empleados y clientes pasaron momentos avergonzantes.
Un grupo de 11 personas había llegado al local con la intención de comprar helados, pero un inconveniente los detuvo: debían contar con los tapabocas correspondientes para entrar al salón, y no todos los tenían. Tal es el caso de esta mujer, que sin vacilar se sacó el vestido que tenía puesto, quedó en ropa interior, y se lo ató alrededor de la cara, para improvisar un barbijo...
Dentro del local los empleados y clientes (algunos menores de edad) no podían entender la actitud de la mujer.
Mirá el momento exacto de la insólita situación:
Los empleados le pidieron que se retire del lugar, y ella y su grupo de amigos se quedaron sin helados: