En su misión constante por desentrañar los secretos del universo, la NASA ha detectado un fenómeno cósmico que ha dejado perplejos a los astrónomos.
Se trata de un objeto interestelar que se mueve a una velocidad extraordinaria, mucho más rápida de lo que la física convencional consideraría posible. Este descubrimiento, ubicado a unos 400 años luz de nuestro planeta, ha generado un gran interés y una serie de teorías sobre su origen y composición.
Este objeto misterioso no solo representa un desafío para la comprensión actual de la física y la astronomía, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza de los objetos que existen más allá de nuestro sistema solar. Los científicos están ahora enfocados en analizar más a fondo este enigmático cuerpo celeste para desvelar sus secretos y comprender qué lo hace tan único en el vasto universo.
Este increíble ritmo lo coloca en la categoría de los objetos más rápidos jamás detectados por los instrumentos de la NASA. El descubrimiento fue posible gracias a las observaciones realizadas por el telescopio espacial WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer), un satélite de la NASA dedicado a escanear el cielo en busca de cuerpos celestes y fenómenos que podrían haber pasado desapercibidos.