El juez de Ejecución Penal de Cipolletti, Lucas Lizzi, rechazó la prisión domiciliaria que solicitó un hombre condenado a prisión perpetua por homicidio, quien argumentó padecer problemas de salud que podrían agravarse en el establecimiento penal en el que se encuentra, en el contexto de la pandemia por coronavirus.
Al cabo de una audiencia virtual que se realizó en dos jornadas, Lizzi rechazó la pretensión de Rubén Angel Núñez, uno de los cinco condenados a prisión perpetua por el asesinato de Matías Sepúlveda, ocurrido el 14 de octubre de 2010 en Cipolletti, a quien le acribillaron a balazos la casa por un problema con un perro de su propiedad. Varios proyectiles impactaron en la humanidad de Sepúlveda que murió por las gravísimas heridas provocadas.
Núñez, a través de su abogado, presentó un escrito ante el juez Lizzi para solicitar se le conceda la prisión domiciliaria argumentando problemas cardíacos.
El abogado que representó a la familia de Sepúlveda, Marcelo Hertzriken Velasco, se opuso al considerar que las condiciones de detención de Núñez no podrían agravar su problema coronario ya que “está casi aislado en el penal, con sólo siete compañeros de detención en el pabellón”, y atendido por el equipo sanitario.
Este jueves el magistrado, luego de un cuarto intermedio, rechazó el pedido de Núñez.
En un antecedente cercano, Lizzi también rechazó los pedidos de prisión domiciliaria de dos condenados por delitos graves: Mario Aranda, condenado por violación, quien dijo ser hipertenso y por tener más de 60 años. El otro, Carlos Leguizamón Alcaide, condenado por contratar a dos sicarios para cometer un crimen, también argumentó problemas de salud.
Pero también tiene otro antecedente: fue el juez que firmó las salidas transitorias del ginecólogo Carlos Anzaldo, condenado a 17 años de prisión por abusar sexualmente de tres adolescentes.