En San Francisco Solano, provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo una reunión sexual en la que participaron más de veinte personas. Efectivos policiales, de la comisaría 4ta de Quilmes, que patrullaban la zona para controlar el cumplimiento del aislamiento social y obligatorio, observaron que desde un domicilio, que desde la fachada aparentaba ser una parrilla, se escuchaba música a todo volumen.
Se acercaron al lugar y notaron a varias personas aglomeradas en el interior, por lo que, teniendo en cuenta la situación sanitaria actual, decidieron ingresar junto con un testigo, que luego prestó declaración.
Al ingresar se encontraron con al menos 20 personas, entre hombres y mujeres, quienes se encontraban jugando al pool y bailando; y una gran cantidad de bebidas alcohólicas apiladas en el suelo, lo que confirmaría que ese lugar era utilizado como un bar clandestino.
Además, se constató la existencia de dos habitaciones, en las que encontraron profilácticos, gel íntimo y otros elementos, que, hicieron dar cuenta a los policías que el lugar, también era utilizado para ejercer la prostitución.