El Comisario General Antonio Jesús Mandagaray, quien se mantenía como Jefe de la Regional I de Viedma, finalmente pidió el pase a retiro y se fue de la Policía de Río Negro. El experimentado jefe sufrió la muerte de su hijo Gabriel de 25 años, durante un curso de capacitación para el grupo especial COER en Bahía Creek, en abril pasado y aunque había vuelto a su cargo, enemistado con la cúpula por los excesos que sufrió el joven, decidió alejarse.
El cambio de autoridades en la fuerza se hizo de manera silenciosa y sin dar a conocer las razones del alejamiento de Mandagaray, quien retornó a su cargo a mediados de agosto después de más de tres meses de licencia por la pérdida de su hijo. La esposa de Madagaray, Alejandra Fabi, Jefa de Regional de Los Menucos, también se encuentra alejada de la fuerza, con licencia tras la muerte traumática por agotamiento físico de Gabriel, en Bahía Creek el pasado 15 de abril
Fuentes allegadas a la Jefatura confirmaron que la relación entre las autoridades máximas de la Policía de Río Negro y el jefe de la Regional de Viedma era inexistente. Aunque el jefe Osvaldo Tellería lloró en conferencia de prensa al reconocer que tenía una relación cercana con Mandagaray y con su hijo a quien había visto crecer desde chico, no logró restablecer el diálogo con la máxima autoridad de la fuerza en la capital provincial.
El lugar de Jefe Regional será ocupado por quien se desempeñaba como segundo Jefe, el Comisario Mayor Néstor Coronel, quien ya comenzó a ejercer. El jefe designado también sufrió una situación violenta y traumática a fines de febrero, cuando el subcomisario Mauro Cacho, con quien mantuvo una diferencia, le apuntó con su arma reglamentaria luego de una discusión en la sede de la Regional y hasta se la llegó a apoyar en el pecho.
Finalmente Cacho, quien fue acusado por la Justicia por "amenazas agravadas por el uso de un arma de fuego", fue sobreseido tras conocerse los informes psicológicos.
Coronel tiene que sentarse en el sillón de Jefe de la Regional y hacerse cargo de la seguridad de Viedma, San Antonio, Las Grutas, Sierra Grande y Conesa en medio de una importante escalada de violencia que se vive en la capital rionegrina, con enfrentamientos a tiros permanente en los barrios entre distintas bandas antagónicas, además de robos resonantes en pleno centro.